El quebrantahuesos ha vuelto a Granada y lo ha hecho para quedarse. Su reintroducción, fruto de un intenso trabajo realizado calladamente durante décadas, no solo está siendo un éxito sino que su reproducción está siendo más rápida de lo esperado. La Junta de Andalucía ha apoyado esta labor con la reintroducción de dos nuevos pollos en el parque natural Sierra de Castril. Se trata de dos ejemplares nacidos a finales de febrero del presente año, una hembra, Empanada proveniente del Centro de Fauna de Torreferrusa (Barcelona), y un macho, Tornajo, nacido en el Centro de Cría Guadalentín localizado en Cazorla (Jaén); dos nuevos pollos que vienen a sumarse a los 24 ejemplares liberados en el Parque Natural Sierra de Castril, desde que comenzaron las sueltas de estas aves en el año 2006 con el inicio del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas de Andalucía, gestionado por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. A la suelta ha asistido el delegado territorial, Manuel Francisco García, Agentes de Medio Ambiente del espacio natural protegido, Guardia Civil y personal técnico del Plan. Este año la liberación se ha enmarcado dentro de las actividades organizadas por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que anualmente se celebra el 5 de junio. Como en años anteriores el sistema elegido para la suelta ha sido el de “hacking”, una técnica originalmente utilizada en cetrería que tiene como objetivo conseguir que el ejemplar liberado asimile el área de la liberación como su lugar de nacimiento y, por tanto, regrese a ella para asentarse y reproducirse. Con esta finalidad se encuentra habilitada, por el personal técnico de la consejería, una cavidad rocosa en el interior del Parque Natural Sierra de Castril donde se han liberado los pollos y donde recibirán alimentación por su cuidadores, sin ser vistos, para que no relacionen al ser humano con la comida, todo ello hasta el momento en que decidan emprender el vuelo, lo que ocurre aproximadamente 20 o 30 días después de su liberación. A la fecha 26 ejemplares de quebrantahuesos han sido liberados en el Parque Natural Sierra de Castril, 20 de ellos en la modalidad de cueva en altura y 6 en cuevas de suelo, a los que hay que sumar los 63 ejemplares liberados en el vecino Parque Natural de las Sierras de Cazorla Segura y Las Villas, por lo que son 89 los pollos liberados desde el inicio del Plan de Recuperación de Aves Necrófagas en los dos espacios naturales protegidos andaluces desde su inicio el año 2006. Para saber los movimientos que realizan los quebrantahuesos una vez que emprenden el vuelo la consejería los dota de un moderno sistema de seguimiento mediante emisores GPS, gracias a los cuales se han podido comprobar los movimientos dispersivos por las grandes montañas cercanas como Sierra Nevada, llegando incluso a los Pirineos y Picos de Europa desde las sierras de los Parques Naturales de Castril y Cazorla. “El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus) es una especie que llegó a desaparecer por completo de Andalucía a mediados de la década de los 80 del siglo pasado”, ha indicado el delegado territorial, añadiendo que “la presencia hoy en Andalucía, se debe a los esfuerzos realizados para su reintroducción por la Junta de Andalucía con el Plan de Recuperación de Aves Necrófagas de Andalucía, que incluye a además del quebrantahuesos, el alimoche, el milano real, catalogados estos tres como en peligro de extinción, y el buitre negro catalogado como vulnerable”. Recordar que el área de distribución histórica del quebrantahuesos comprende casi todas las montañas de Eurasia y el norte de África. En Andalucía, fue un ave muy común hasta finales del siglo XIX, siendo las Sierras Béticas (desde Cádiz hasta Granada, Jaén y Almería) las áreas preferentes para su nidificación. La última reproducción documentada se produjo en 1983 y el último quebrantahuesos dejó de avistarse en Cazorla a finales de 1986. Las principales causas que condujeron a la crítica situación de la especie en el pasado estuvo ligada directamente a la presión humana, con acciones como la utilización de cebos envenenados, el furtivismo o el expolio de nidos. Tras la desaparición de la población andaluza, los quebrantahuesos ibéricos quedaron relegados a los Pirineos. En la actualidad, el principal problema para la conservación de la especie radica en la falta de conexión entre las distintas poblaciones existentes. Una población de quebrantahuesos, viable y autónoma a largo plazo en el sur de la Península Ibérica, permitiría restituir el flujo genético entre los quebrantahuesos pirenaicos y norteafricanos, contribuyendo, con ello, a la conservación global de la especie. Durante la suelta el delegado territorial resalto el «gran trabajo que realizan los técnicos y Agentes de Medio Ambiente de la consejería para garantizar la recuperación de un ave que está seriamente amenazada pero que, gracias al esfuerzo de estos profesionales, vuelve a surcar el cielo andaluz y habitar en nuestros espacios naturales».