El Cádiz resiste: declarado el estado de esperanza

El Cádiz se agarra como un clavo ardiendo a la salvación. Sergi Guardiola consigue el más difícil todavía dándole los tres puntos al Cádiz en el tramo final de un partido donde los amarillos merecieron ganar mucho antes.

Pellegrino repetía el once que le ganó al Getafe el domingo, y le dio buen resultado, ya que el cuadro cadista logró además de ganar hacer el mejor partido fuera de casa en toda la temporada.

Los amarillos comenzaron un poco timoratos, pero comportándose como un equipo serio y consciente de lo que se jugaba, aunque en los primeros minutos apenas gozó de ocasiones claras, tampoco sufrió en la meta de Ledesma .

NAVARRO pudo hacer el primero con un disparo que se estrelló en la madera, pero la ocasión más clara del partido la tuvo cris Ramos, después de pelearle a Sergio Ramos y ganarle un balón dividido sorteo al guardametas sevillista y a puerta vacía, lanzó la pelota fuera en una acción Incomprensible.

El cuadro cadista se marchaba al descanso 0-0, con ocasiones claras para ir ganándose a entretiempo, pero sin lograr materializarlas.

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En el segundo periodo, el Cádiz salió con la misma seriedad, pero con el paso de los minutos empezó a ser preso de la ansiedad de un resultado que no le valía para seguir agarrándose a la salvación.

Pellegrino fue introduciendo variables pero el día parecía que se torcía cuando Ortiz Arias anuló un gol por falta sobre Badé incomprensible previa llamada del VAR, donde estaba del Cerro Grande. la indignación crecía a la vez que los nerviosos porque el partido se acababa.

Con el Cádiz volcado arriba el Sevilla tuvo alguna opción a la contra, pero hoy no era el día del cuadro local.

Con nueve minutos de añadido y con todo el arsenal en el campo, Juanmi Chris Ramos, Maxi, y dos bandas como Ocampo y Alejo para colgar balones.

Y en el 97 llegó la locura, Juanmi conduce en la frontal del área y mete un pase interior para Guardiola que no falla y pone el Cádiz en ventaja. Un gol que da a los amarillos, una cantidad enorme de confianza y que declara en la tacita de plata el Estado de Esperanza.