Canarias revisa el teletrabajo de los funcionarios: "Hay supuestos planes organizativos que consisten en hacer 10 llamadas diarias"

Santa Cruz de Tenerife

El Gobierno de Canarias revisa la norma que regula el teletrabajo en la Administración Pública y que fue aprobada, dudas mediante, durante la pasada legislatura. Si bien el ejecutivo encabezado por Coalición Canaria y Partido Popular cree que "es un buen decreto" por sus exigencias y mecanismos de control, reconoce que "el problema es que no se cumple" y recuerda que "el teletrabajo no es un derecho" sino "una forma de organización del trabajo" para empresas públicas y privadas.

Según ha explicado en Hoy Por Hoy La Portada la consejera de Presidencia, Administraciones Públicas y Seguridad, Nieves Lady Barreto, para acceder a días de teletrabajo son necesarios dos requisitos principales: un plan organizativo del servicio (con tareas asignadas, control de las mismas y valoración de los resultados) y un plan individualizado. La responsable ha asegurado que "cuando nosotros entramos no había ni un solo plan general, toda la gente que estaba en teletrabajo era porque había presentado su plan (personal)".

La consejera ha mostrado su asombro porque a la llegada al Gobierno se encontró, incluso, con algunos planes que consistían en hacer 10 llamadas diarias. Preguntada al respecto, ha matizado que "no se sabía si se hacían". Barreto insiste en el deber de "cumplir estrictamente el decreto del teletrabajo", por lo que ya se ha enviado una orden a todas las secretarías generales técnicas de la comunidad autónoma.

Una modalidad "extraordinaria" y de aplicación gradual

El decreto por el que se regula el teletrabajo del personal empleado público fue aprobado el pasado mes de mayo. El Pacto de las Flores destacó entonces que se trata de una prestación "extraordinaria" de la que se beneficiaban unos 3.500 funcionarios (la comunidad autónoma cuenta con más de 70.000 efectivos) e incidió en que la actividad ordinaria continúa siendo la presencial. El texto, que estableció los requisitos y conocimientos necesarios para acceder a esta modalidad, excluye al personal de la Administración de Justicia, de Sanidad, de Educación, de centros sociosanitarios o de la Policía Canaria y de las entidades públicas empresariales.

El decreto contemplaba una aplicación gradual del teletrabajo: un día a la semana durante el primer semestre, dos días durante los segundos seis meses y tres días a partir del año desde la entrada en vigor. La consejera ha apuntado que la posibilidad de acceder a dos jornadas de teletrabajo a la semana comenzará a finales del mes de noviembre.

El nuevo ejecutivo ha creado un grupo de trabajo entre la Consejería de Hacienda y la Consejería de Administraciones Públicas a la vez que pretenden establecer reuniones con los sindicatos para "poder ver qué es aquello que creemos que hay que corregir". Barreto concluye que "el teletrabajo, tal y como se estaba aplicando, se va a convertir en un arma arrojadiza contra la administración y al final perderá su sentido porque la gente no lo entiende".

Discrepancias entre los sindicatos por el teletrabajo

La aplicación del trabajo a distancia ha generado diferentes reacciones entre los sindicatos. El secretario general de la Federación de Servicios Públicos de UGT en Canarias ha cifrado en "más de un 15%" el número de teletrabajadores que están "posiblemente en su casa rascándose la barriga". Fran Bautista asegura que se trata de una situación "triste" porque "defiendo al trabajador y defiendo, sobre todo, el empleo público porque es una obligatoriedad de las administraciones públicas para poder darle al ciudadano aquello que necesita en cada uno de los momentos". El representante sindical coincide con la consejería y apunta que "el Gobierno anterior no puso las herramientas adecuadas para que en todos los sectores y todas las unidades se visualizara quién hacía correctamente el teletrabajo".

Por su parte, el Sindicato de Empleados Públicos (Sepca) ha lamentado que "se está poniendo al funcionario como que no trabaja" cuando "no es así". Su secretario general, Manolo González, defiende que una buena gestión trabajo en remoto puede traducirse en una disminución del absentismo: "Hay personas que a día de hoy hubieran estado de baja por prescripción médica y gracias al teletrabajo están trabajando en su casa".

González insiste, por tanto, en que "el funcionario que siempre ha trabajado va a seguir trabajando". Además niega las cifras destacadas por el secretario de UGT y pide "cautela" asegurando que los problemas de control también se extienden a la modalidad presencial: "No es una cuestión de teletrabajo, es una cuestión de gestión".