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El impacto militar en Canarias: décadas de opacidad, daños irreparables, vertidos de asfalto y basura quemada

En la zona costera militar de La Isleta, en Gran Canaria, hay restos de vertidos de asfalto al mar, fragmentos de tubos que desembocaron en el océano, restos de hormigón y montones de basura quemada en un Paisaje Protegido de altísimo valor natural

El impacto militar en Canarias: La Isleta acumula décadas de daños irreparables, vertidos de asfalto y basura quemada

El impacto militar en Canarias: La Isleta acumula décadas de daños irreparables, vertidos de asfalto y basura quemada / Javi Rodríguez

Gran Canaria

La ciudad de Las Palmas de Gran Canaria convive con numerosos espacios ocupados por el Ejército desde hace siglos. El más sangrante es La Isleta, un terreno restringido para la gran mayoría de la sociedad desde finales del siglo XIX, cuando el Ministerio de Defensa se instaló en los suelos propiedad de la familia Bravo de Laguna, tras la pérdida de las últimas colonias españolas. Por este motivo, la mayor parte de La Isleta es un paisaje de alto valor totalmente desconocido para la mayoría de población.

Generación tras generación, los grancanarios han crecido sin conocer el interior de su propio hogar. Un espacio restringido para civiles y desconocido por lo tanto para la mayoría de ellos. Las instalaciones militares también constriñen la ciudad e impiden su crecimiento, deteriorando al mismo tiempo un espacio de alto valor natural y paisajístico. El Arsenal de Canarias, la Base Naval, es otro espacio de crecimiento natural de la ciudad ocupado por los militares y presidido por un escudo franquista que incumple de manera flagrante la Ley de Memoria Democrática.

Escudo franquista de la Base Naval que incumple la Ley

Escudo franquista de la Base Naval que incumple la Ley / Cadena SER

Daños irreparables en un entorno protegido, vertidos de asfalto y basura quemada

Un paseo por la zona militar costera de La Isleta restringida a la población es suficiente para darse cuenta del desastre. A escasos metros de la costa, permanecen los restos de las tuberías que conducían vertidos al mar al amparo de la opacidad castrense. Junto a ellos, una plataforma de asfalto para el paso de vehículos. Los restos de piche, -una especie de alquitrán- utilizados para aplanar el terreno fueron vertidos al mar y permanecen petrificados en las rocas. En el desfiladero, la rueda casi fosilizada de un vehículo de gran envergadura se erige como un monumento a la desidia.

Los restos de una rueda de un gran vehículo

Los restos de una rueda de un gran vehículo / Cadena SER

Aunque la zona está restringida, las vallas y alambradas del Ministerio de Defensa están oxidadas y en el suelo. A consecuencia de ello, por la zona transitan habitualmente corredores, curiosos, amantes del paisaje y algunos despistados. Los militares han construido pistas de tierra y cemento para transitar con los vehículos pesados que desembocan en un descampado. La llanura es el resultado de una cantera donde se llegaron a extraer toneladas de piedra en una zona de altísimo valor hoy absolutamente degradada.

Un ejemplo de éxito de recuperación de espacios militares : el cerro de Santa Catalina

A pesar de los tímidos y heroicos intentos de pequeños grupos de ciudadanos en el pasado, en Gran Canaria no existe un clamor popular para recuperar estos espacios para la ciudad. La exministra de Sanidad y alcaldesa, Carolina Darias, se mostró contundente en una entrevista en al SER sobre este asunto. "Yo creo que la defensa es fundamental. Por ahí no me va a encontrar", sentenció. "Siempre negociaremos y hablaremos con todos los ministerios para seguir mejorando la ciudad, pero la presencia de las Fuerzas Armadas en la ciudad es importante", añadió.

El impacto de los militares en Canarias: el análisis en Hoy por Hoy

El cerro de Santa Catalina es una península de 70.000 metros cuadrados sobre el mar Cantábrico, que domina las dos Conchas de Gijón. Tiene a un lado la playa de San Lorenzo y a otro el gran puerto de El Musel y fue recuperado para la ciudad. Los militares se marcharon y el consistorio logró crear allí un espacio para el disfrute de los civiles. ¿Sería posible algo así en Gran Canaria? Para muchos es ya una completa utopía. "No tenemos nada contra las estructuras defensivas de Gran Canaria, pero están en lugares sensibles en la ciudad y no tienen lógica", afirmó el concejal y exdiputado de Nueva Canarias Pedro Quevedo.

Restos de los vertidos de piche (alquitrán) en las piedras

Restos de los vertidos de piche (alquitrán) en las piedras / Cadena SER

Manifestación para recuperar el 'Canarias 50' para la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria

El Foro por La Isleta ha convocado una concentración el próximo sábado dos de diciembre, a las 12.00 horas, en la plaza del Ingeniero Manuel Becerra para reclamar al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria que cumpla con su compromiso de entregar a la ciudadanía las antiguas instalaciones militares del 'Canarias 50' para destinarlas a centro social, deportivo y zonas verdes. "El Gobierno de España violenta la voluntad de paz del pueblo canario expresada de forma explícita en el referéndum sobre la OTAN en el año 1986", lamenta Koldobi Velasco de la Plataforma Antimilitarista.

En el caso del 'Canarias 50' se mezcla otro asunto sensible, que es la acogida a los migrantes. El Estado ha presentado un proyecto de rehabilitación del 'Canarias 50' para seguir acogiendo allí a un millar de migrantes de manera permanente, en esta antigua estructura militar. Con esta decisión unilateral del Estado, el único espacio recuperable para la ciudadanía a corto plazo ya no lo sería. El propio ayuntamiento presentó un informe manifestando su disconformidad con esta decisión. También la Federación Canaria de Municipios y el Gobierno de Canarias han sido categóricos en contra de las intenciones del Gobierno para este espacio.

Un río de vertidos de piche (asfalto) directamente al mar

Un río de vertidos de piche (asfalto) directamente al mar / Cadena SER

En Fuerteventura la ocupación militar podría alcanzar los veinticuatro millones de metros cuadrados

El Ministerio de Defensa publicó en febrero del año pasado una nueva servidumbre aeronáutica que amplía los límites del actual campo de tiro de Pájara, calificando esta zona de Fuerteventura como peligrosa para el ejercicio de tiro terrestre, naval y aire-tierra, tal y como adelantó el periodista Saúl García en Diario de Fuerteventura. En la práctica, cualquier actuación dentro de esos límites, debe tener el visto bueno del Ministerio de Defensa. Podríamos acabar viendo como se amplía la extensión bajo influencia militar en más de 24 millones de metros cuadrados, a pesar de la oposición de Cabildo y ayuntamientos.

El Plan General de Pájara, que está en tramitación, no contempla esta zona. El Ministerio de Defensa advierte que su informe será siempre vinculante. "Como todo, dependerá de las presiones de la población local y las instituciones con el Ministerio para evitar que el campo de tiro no solo no se reduzca, sino que se amplíe", explica Saúl García. "Delimitan una franja de seguridad en la que no se puede entrar, pero lo peor es que pasa por encima de la carretera. El campo de tiro supone el 11% del suelo del municipio y casi el 3% de la isla", denuncia la presidenta del Cabildo de Fuerteventura.

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Yacimientos arqueológicos posiblemente dañados y un edificio de cuatro plantas sin permisos ni informes

La opacidad del Ministerio de Defensa es total en virtud de la seguridad nacional. Se desconoce por completo el alcance de los daños que pueden estar infringiendo los militares y sus prácticas en infraestructuras y espacios que a menudo son sensibles ambientalmente hablando o que directamente están protegidos. "Hay yacimientos arqueológicos", advierte la presidenta del Cabildo de Fuerteventura. "Construyeron un edificio de cuatro plantas y nadie se ha enterado, no cumplen con la normativa de impacto ambiental, es su territorio y no hay quien los toque", añade García.

Más restos de vertidos de alquitrán al mar

Más restos de vertidos de alquitrán al mar / Cadena SER

"Exigimos que por lo menos informen a las administraciones públicas. No tenemos ninguna información del edificio que construyeron en una zona muy sensible donde está el campo de tiro", añade García. Todas las fuerzas políticas, incluido el Partido Popular, apoyaron una moción en el Cabildo para exigir explicaciones al Ministerio. "Cualquier ciudadano de la isla para construir cualquier cosa tiene que tener evaluación de impacto ambiental, tiene que tener permiso, ellos construyeron un edificio de cuatro plantas y nadie se ha enterado", concluye la presidenta del Cabildo de Fuerteventura.

Javi Rodríguez

(La Palma, 1991) Periodista vinculado a la Cadena...