Los guachinches gustan en Gran Canaria
Ya son varios de estos locales los que han abierto recientemente en la isla después de que algunos hosteleros hayan visto un filón en este tesoro de la restauración tinerfeña
Escaldón de gofio. Gastro Canarias
Gran Canaria
Sólo hay que tener un poco de visión empresarial para detectar los nichos de mercado. Y en Gran Canaria ya se han percatado de qué es lo que faltaba en la lista de locales de restauración. Tras la fiebre de las hamburgueserías con toques neoyorquinos o las pastelerías donde reinan las tartas de queso, lo que gusta ahora en la isla son los guachinches. Ya son varios los que han abierto en las últimas semanas alejándose de esa oferta sofisticada y de Estrella Michelín, que también está teniendo gran aceptación entre los paladares canarios.
En ferry o en avión los míticos restaurantes de comida casera de la isla vecina han cruzado el charco para quedarse. Hasta hace muy poco el rey del guachinche en Gran Canaria era Viña Cantera, en Valsequillo, un restaurante donde, además de degustar vinos propios o platos de carne de cochino, se pueden adquirir frutas y verduras que cultivan en la propia finca. También llevan algunos años abiertos en la isla El Novelero o La Cañada. Sin embargo, ahora tienen nuevos competidores. Por ejemplo, El Manicomio, en San Mateo; y El Abollado, en Telde, que está pendiente de apertura.
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El nombre del primero hace honor a la locura que ha desatado. De hecho, para hacerse con una mesa durante el fin de semana es extraño no tener que hacer cola previamente durante algunas horas. Para preservar la idiosincrasia de estos locales, cuyo nombre viene de la desvirtuación de watching ye, ofrecen los tradicionales platos de la gastronomía de Tenerife como el escaldón o la carne fiesta.
En Gran Canaria, bochinches
La realidad es que en la isla ya se pueden encontrar este tipo de locales de comida casera canaria y a precios populares. Son los llamados bochinches o "tabernas pobres", cuyo nombre deriva de "buche".
A pesar del aspecto descuidado de algunos, pero que es, sin duda, uno de sus puntos fuertes, podemos encontrar verdaderas joyas de las cocina tradicional de la que dan fe los reconocimientos gastronómicos. Es el caso del Bochinche El Chato, en la zona Puerto, y que cuenta con un solete en la Guía Repsol. Su ropa vieja de pulpo o los huevos rotos con chorizo de Teror son dos de sus platos estrella de una carta que, aunque reducida, logra congregar a un buen grupo de comensales. Conocidos son también los caracoles que sirven en el Bochinche La Lechuza, los churros de pescado de Los Jamones o el pulpo frito de Ca'Tita.
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