Esta casa está en Canarias y a su alrededor "convive" con otros inmuebles que se venden por más de un millón de euros

Gran Canaria

Seguramente su dueño no pida lo mismo que otros de la zona donde podemos encontrar ofertas de viviendas de 1.150.000 euros por cuatro habitaciones, repartidas en 253 metros cuadrados, mirando al exterior en una décima planta. O a lo mejor sí, dada su singularidad.

En pleno barrio de Arenales, en Las Palmas de Gran Canaria, se vende una casa de dos pisos, con fachada de color mostaza. Y llama la atención su estrecha dimensión que, a priori, no la hacen demasiado atractiva para la venta. O sí, teniendo en cuenta que esta zona de la ciudad compite ya con la milla de oro capitalina y cuenta con estudios a precios desorbitados como un loft de 41 metros cuadrados por 155.000 euros.

Esta casa terrera, cuya última altura linda, además, con el ático del edificio contiguo, convive con otros inmuebles que datan de la época de la Guerra Civil Española. Hogares con más de 80 años, que urgen a una reforma, pero que se revalorizan teniendo en cuenta la falta de vivienda en la capital grancanaria, tanto para alquilar como para comprar. Según un estudio realizado por el urbanista Alasdair Rae, doctor por la Universidad de Liverpool, este barrio de Canarias está entre los más poblado de Europa y sólo en él se concentra el 10% de la población del municipio: más de 36.000 personas.

Según los expertos, esta sobrepoblación de la zona se explica con la explosión del Turismo y el Puerto a mitad del siglo XX. Supuso un importante polo de atracción poblacional que, actualmente, ha derivado en una escasez de zonas verdes y de áreas de esparcimiento para los vecinos, problemas de tráfico y contaminación. Sin embargo, su proximidad a los servicios básicos ha hecho que el precio de su suelo esté entre los más caros del país. Para hacerlo un entorno más amable, el Ayuntamiento, en cumplimiento con la normativa estatal de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, ha proyectado para este entorno la declaración de Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y que este sea el primer lugar con restricciones de tráfico de la ciudad.

El consistorio tenía previsto tener lista la ordenanza de esta minimanzana, que costará algo más de 800.000 euros, en el primer trimestre de 2024 para poder llevarla a pleno, pero los planes se han retrasado. Ya el Defensor del Pueblo dio un tirón de orejas a este municipio, y otros de Canarias, por esta demora en la tramitación de una normativa que afecta a todos aquellos lugares con más de 50.000 habitantes. Después de superar el período de alegaciones, en la hoja de ruta de la Concejalía de Movilidad se contempla que a mitad de año ya deben estar instaladas las cámaras de videovigilancia en los cruces para poder empezar en el tercer trimestre con la transformación urbanística en las calles de Italia, Blasco Ibáñez, Víctor Hugo, Alfredo Calderón, Alemania, Bilbao y Valencia, Bilbao, de donde desaparecerá el tráfico.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Sin rastro de la Gran Vía

Lo que critican también los residentes de la zona es que tampoco se haya iniciado ningún movimiento de la Gran Vía Peatonal, que llevan demandando desde 2021. Este corredor de cinco kilómetros para unir las Alcaravaneras con Triana busca la peatonalización prioritaria de las calles Alemania, Senador Castillo Olivares y Ángel Guimerá para ganarle espacio al vehículo privado en favor del peatón. El proyecto contaba con una financiación de un millón de euros y preveía un plazo de ejecución de tres meses y CC, en la oposición, lamentan que a día de hoy "no haya ni un proyecto redactado".

En estos últimos meses, los trabajos del Ayuntamiento de Carolina Darias en este distrito han estado enfocados a la ejecución "de distintas mejoras en materia de seguridad vial para calmar el tráfico de estos entornos, proteger a los viandantes más vulnerables, y mejorar la fluidez de la movilidad". Así, en Las Alcaravaneras, se han realizado distintas intervenciones de reemplazo de señalética vertical y de mejora de la horizontal, reforzando las limitaciones de velocidad y las indicaciones de zona 30 entre otras. Además, se han instalado bandas reductoras luminiscentes antes de algunos de los pasos de peatones ubicados en la calle Pío XII. Por otro lado, se ha mejorado la visibilidad de la rotonda entre las vías Barcelona, Valencia y Menéndez y Pelayo, rodando el ‘Stop’ hacia la izquierda para proporcionar mayor visibilidad a los vehículos que realicen el movimiento hacia la calle Valencia. En esta misma glorieta, se han instalado nuevos espacios de ‘carga y descarga’. Por último, se ha mejorado la seguridad del cruce entre la calle Valencia y Pi y Margall, a través del refuerzo de la señalización, e instalando bolardos de colores que embellecen el entorno y que impiden el estacionamiento irregular de vehículos, ampliando la visibilidad de la intersección y dotándola de mayor seguridad para peatones y vehículos.