De la Bodega a la Mesa
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¿Por qué comemos bacalao en Semana Santa?

Tradicionalmente era conservado en salazón y suponía una excelente manera de consumir pescado en aquellas zonas alejadas de la costa

¿Por qué comemos bacalao en Semana Santa?

La respuesta es sencilla: por motivos religiosos. En la tradición cristiana, la Cuaresma es el tiempo litúrgico dedicado a la preparación espiritual que supone la fiesta de Pascua. Son cuarenta días de purificación en los que se practica el ayuno, combinado con la abstinencia del consumo de carne.

Durante estas fechas, en las que se conmemora la muerte de Jesucristo, se dejan de lado alimentos que tradicionalmente se asocian a la bonanza, a la juerga y a la celebración. En cambio, se priorizan otro tipo de comidas, como el pescado, los cereales, legumbres y verduras. Hoy, seamos creyentes o no creyentes, la Semana Santa nos viene no solo con procesiones, sino con aroma de guisos.

Sin duda, la gastronomía en Semana Santa -cargada de torrijas, pestiños o rosquillas- tiene unas características especiales, una gastronomía que convive también con el ayuno de los más fieles. Lo que es cierto y verdad es que, como los viernes de vigilia y el viernes santo, según la tradición, no se puede comer carne, el bacalao es una alternativa perfecta.

El bacalao, clave en la cocina de Castilla-La Mancha pese a ser de costa

El bacalao es uno de los pescados más apreciados por la calidad de sus proteína y sus pocas calorías. Consumido desde la antigüedad, tradicionalmente era conservado en salazón y suponía una excelente manera de consumir pescado para aquellas poblaciones alejadas de los puertos costeros. Es también una de las razones por las que Castilla-La Mancha ha estado tan ligada a este pescado, que forma parte del recetario tradicional. Ejemplo de ello son el potaje de vigilia o el atascaburras.

Actualmente, por su singular sabor y su textura, el bacalao goza de un gran reconocimiento y ha aumentado su posicionamiento y su caché, dejando de ser alimento de familias humildes para pasar a protagonizar las cartas de los restaurantes más distinguidos.

Cantaba Julio Iglesias con tino que el bacalao "se cocina de diferentes maneras: unos le ponen comino y otros le ponen canela hasta un poquito de azúcar y un ramo de hierbabuena". Y es que, sea como sea, el bacalao siempre queda sabroso.

Valor nutricional del bacalao

El bacalao es un pescado blanco de carne muy magra, delicioso y altamente recomendable en todo tipo de dietas saludables. Su valor nutricional y sus numerosas propiedades lo convierten en un alimento único.

El bacalao fresco se digiere muy fácil y tiene poco contenido en grasa. También es rico en minerales como el calcio, fósforo y yodo. Esta es quizás una de sus características más distintivas, ya que en apenas 100 gramos de bacalao fresco encontramos 170 miligramos de yodo, que pueden disminuir según la receta y la conservación del mismo.

En comparación con el resto de pescados frescos, el bacalao posee un contenido en sodio elevado. Sin embargo, si se compara con otros alimentos ricos en este mineral como los quesos (500-1.000 mg) o las propias conservas de pescado (500-800 mg), la cantidad de sodio presente en el bacalao no es relevante.