Innovador enfoque en la recuperación de la salud mental en Cuenca
El Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de Cuenca que gestiona la asociación Pro Salud Mental Vivir fue pionero y lleva cerca de tres décadas ayudando a decenas de personas a superar sus trastornos
El camino para la recuperación de la salud mental en el CRPSL de Cuenca
Cuenca
El Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral de Cuenca (CRPSL) fue pionero en Castilla-La Mancha. Se abrió en 1997 promovido por la asociación Pro Salud Mental Vivir creada unos años antes, en 1994 (actualmente cuenta con 281 socios de toda la provincia). Por entonces se cumplía una década de la Comisión Ministerial para la Reforma Psiquiátrica de abril de 1985 que dio lugar a la integración de la salud mental en el Sistema Nacional de Salud como quedó reflejado en la Ley General de Sanidad aprobada el año siguiente. De esta forma se dejaba atrás el tiempo de los centros psiquiátricos y se apostaba por un modelo comunitario y desinstitucionalizador con especial atención a los derechos civiles de los pacientes.
“Con aquella reforma se pretendía cerrar todos los hospitales psiquiátricos y empezar a crear recursos que potenciasen la integración de las personas con problemas de salud mental en la sociedad”, según explica Arancha Palomares, trabajadora social de la asociación Vivir. “Nuestros objetivos principales son defender los derechos humanos de las personas con problemas de salud mental, promover sus derechos, luchar contra el estigma en salud mental al que, a pesar de los avances, aún le falta mucho, y sobre todo sensibilizar a la población sobre los problemas de salud mental”.
CRPSL
“En el CRPSL hacemos procesos de recuperación, ayudamos a las personas que tienen un trastorno metal a que tengan una vida recuperada a través de un proceso. Y va más allá de la recuperación clínica porque en algunos casos la sintomatología quizás puede estar presente, en otros casos se minimiza muchísimo, pero aún incluso cuando está presente las personas pueden tener una vida plena con el papel de ciudadanía activo, haciendo roles socialmente valiosos, tener una vida como otras personas que no tienen un problema de salud mental”, explica Beatriz Víllora, la coordinadora de este centro de la asociación Vivir que dirige a un equipo de siete personas integrado por una trabajadora social, dos psicólogas, dos educadores, una terapeuta ocupacional y una auxiliar administrativo.
La asociación Vivir se encarga de buscar la financiación tanto pública (principalmente a través de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha) como privada para gestionar el CRPSL donde se trabaja con más de un centenar de personas a lo largo del año. Además, desarrollan actividades de sensibilización en colegios y mantienen un programa de salud mental en el Centro Penitenciario de Cuenca.
La ruptura de la salud mental
El Servicio de Salud Mental del Sescam en Cuenca es quien deriva a los pacientes a este CRPSL “para iniciar un proceso de recuperación”, como explica Luz Martínez, una de las dos psicólogas del centro. Las patologías más habituales son psicosis, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, depresiones, trastornos psicóticos y de la personalidad. “Cuando aparece un problema de salud mental se produce una ruptura en la biografía de esa persona. Se encuentra muy angustiada, muy perdida, con muchos miedos. En este centro inicia un camino de recuperación”.
Luz se encarga de evaluar los recursos, las capacidades, las fortalezas, los puntos fuertes que tiene el paciente. “Se empieza por una evaluación por parte de todos los profesionales del centro, en todas las áreas. En nuestro caso valoramos la sintomatología que aparece con el problema de salud metal, cómo afrontarla, cómo aceptar lo que le está pasando. Nos gusta trabajar mucho desde la parte positiva para conectar las capacidades con los valores de la persona y con eso empezar un camino para la recuperación”.
Plan de Recuperación Personal
“Tras la evaluación se configura un Plan de Recuperación Personal (PRP) con unas metas que el paciente quiere conseguir y unos objetivos para alcanzarlas”, explica Luz Martínez. “En el centro contamos con una cartera de servicios muy amplia con distintos programas y actividades para poder alcanzar esos objetivos, programas que está demostrado empíricamente que funcionan para poder cumplir el proceso de recuperación”.
Desde afrontamiento personal y sintomatología a aumentar la red de apoyo social, el CRPSL oferta un catálogo de servicios muy variado. “El PRP de cada paciente no es estanco, hay que ir incorporando nuevos objetivos porque se han conseguido otros. Se revisa anualmente con el paciente. El objetivo es darle el alta, pero es algo muy personal y multifactorial. Algunos llegan aquí con muy poco tiempo de evolución y el tiempo de recuperación suele ser menor. Por el contrario, si lleva mucho tiempo de evolución de su problema de salud mental en el que no se ha intervenido, no se ha trabajado, no ha tenido profesionales de referencia en psiquiatría, eso siempre es un peor pronóstico”.
El CRPSL tiene una cartera de servicios muy amplia que va desde rehabilitación cognitiva (memoria, atención,…), cognición social, “que sería todo lo que tiene que ver con relaciones interpersonales que son fundamentales”, explica la coordinadora del centro. “Además, trabajamos la autonomía de vida diaria con programas de cocina, limpieza en el hogar, poner una lavadora, manejo del dinero, de los transportes, rehabilitación laboral, formación, empleo,… También tenemos programa de integración comunitaria, que las personas se integren con la comunidad y con su entorno, este programa es para nosotros la piedra angular del centro”.
Arte a dos manos
Uno de los proyectos que desarrolla actualmente el CRPSL lleva por título ‘Arte a dos manos. Salud mental y mujer’ y lo imparten varios artistas locales, de diferentes disciplinas como la pintura o la fotografía. Junto a los usuarios del centro están creando un material artístico que se expondrá en la sala Princesa Zaida del Museo de Cuenca (C/ Princesa Zaida, 6) a lo largo del próximo mes de octubre. Sobre la mesa de trabajo en una de las salas del CRPSL ubicado en la plaza Reina Sofía del barrio conquense de Fuente del Oro, encontramos varios torsos de maniquí que han sido intervenidos con fotografía y pintura, en blanco y negro por la espalda, en color por el pecho.
“El significado es salir del túnel y ver la luz, como renacer, para que la mujer con problemas de enfermedad mental se inserte en la sociedad”, explica Eva Antón, una de las artistas participantes. Algo parecido explica el fotógrafo Jesús Herraiz sobre su proyecto: “La parte trasera es una foto en blanco y negro, es el pasado, son las pesadillas, son el sufrimiento. La parte delantera, con tonos más alegres, refleja a una mujer con una niña en brazos con dos globos”.
Tanto Eva como Jesús han trabajado con usuarios del centro con los que han ido conformando estas obras. “La experiencia ha sido muy buena porque estas personas pueden tener limitaciones por un lado, pero artísticamente no las tienen en absoluto”.
Ruth
Ruth tiene 46 años y está diagnosticada de un trastorno neurótico y de TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Lleva cuatro años en el CRPSL en manos de sus profesionales. “Estaba siempre dándole vueltas a las cosas, tenía diferentes estados de ánimo, muy altos, muy bajos, a lo mejor me reía tanto como me echaba a llorar por cualquier cosa que me dijeran”, cuenta. “Al principio tenía miedo a la gente, a estar reunida con mucha gente y ahora me he abierto más. Me han ayudado a ser más yo a través de actividades que me ayudan cognitivamente y de ejercicio físico. También a través de la lectura y la escritura, para exponerme más a la gente, para tener más amistades”, relata Ruth que confiesa: “Tengo mis movidas, mis subidas y mis bajadas, pero aquí estoy más integrada, conozco gente que me ayuda, que son muy amigos míos. Estoy encontrando gente que entienden lo que me pasa porque a ellos les pasa la mismo”.
“Esto le puede pasar absolutamente a todo el mundo”, apunta la psicóloga. “Nadie está libre de tener un problema de salud mental. Se lucha contra un estigma muy grande, es una marca, una señal, es como que se les aparta. Ver como con un proceso de recuperación, el tener apoyos, volver a estar en sociedad ayuda muchísimo. Y dar las altas por objetivos cumplidos es muy gratificante”.
Marta
Marta tiene 26 años y está diagnosticada de ansiedad y depresión. “Estoy mucho mejor, he tenido muchísima ayuda”, dice en referencia a su tratamiento en este CRPSL. “Ahora llevo mi vida normal, trabajo, soy monitora de zumba, también doy clases aquí en el centro para otros usuarios”.
“No hay nada que tenga mayor estigma que la enfermedad mental”, apunta Víllora. “De toda la discapacidad es la más estigmatizada porque la historia y los medios de comunicación lo que nos han vendido es que las personas con problemas de salud mental, y el paradigma puede ser la esquizofrenia, son impredecibles, violentas, que la vida se acaba. Pero lo que debería conocer la sociedad es que tan solo el uno por ciento cometen actos agresivos, que son más víctimas ellos de violencia que al revés, que son personas totalmente validas, ciudadanos con todos los derechos, capacidad y potencialidades. En eso estamos trabajando. Pueden tener una familia, vivir de forma independiente, tener un trabajo. Hay que darles una oportunidad porque pueden hacer una vida totalmente normal. El problema de salud mental puede ser puntual, durante algún tiempo, pero no toda su vida está marcada por eso. Incluso con esa sintomatología también podría tener un papel totalmente activo en la sociedad”.
Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy...