Cordero manchego, protagonista indiscutible de las mesas navideñas
En la actualidad, la IGP Cordero Manchego cuenta con 245 ganaderías inscritas y produce cerca de 270 toneladas de carne con este sello de calidad que se comercializan íntegramente en el mercado nacional.
Hablar de cordero manchego es hablar de las tradiciones de Castilla-La Mancha, de nuestras raíces, de nuestra historia, pero, sobre todo, es hablar de calidad. El cordero manchego tiene una Indicación Geográfica Protegida que procede exclusivamente de ganado ovino de raza manchega.
En la actualidad, la IGP Cordero Manchego cuenta con 245 ganaderías inscritas y produce cerca de 270 toneladas de carne con este sello de calidad que se comercializan íntegramente en el mercado nacional. El área principal sobre la que se explota y desarrolla la raza Manchega es la región natural de La Mancha, comprende entidades locales de la provincia de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
Además, la carne de cordero manchego procede de ovejas de pura raza manchega que se crían durante sus primeros días con leche materna y, posteriormente, con piensos elaborados con cereales y leguminosas.
Así pues, los corderos manchegos no solo son alimentados de forma exclusiva con materias primas naturales, sino que su sacrificio y el procesado de su carne sigue un riguroso camino, capaz de garantizar su jugosidad, terneza y suavidad. Su crecimiento y cuidado de manera idónea y alimentándolo de productos sacados de nuestras tierras y naturaleza, garantiza sus cualidades y sabor.
Y es que, aunque la Navidad es una época en la que suele ser habitual el consumo de esta carne, el consumo medio no llega al kilo por habitante al año.
El color de la carne de oveja manchega es rosa. Al paladar, es una carne de gran terneza, jugosidad y suavidad, con ausencia de sabores anormales que recuerden a ese "sabor a cuadra", precisan desde la IGP. Además, señalan que todo lo que viene de fuera no es Cordero Manchego y los que se producen en La Mancha, pero de otras razas, tampoco.