De la Patagonia a Cuenca para crear un hogar con alma en un pueblo pequeño
Mar y Óscar se han asentado en Sotos con un proyecto que une educación, sostenibilidad y vida rural consciente

De la Patagonia a Cuenca para crear un hogar con alma en un pequeño pueblo
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Cuenca
Desde hace apenas unos meses, Mar Castañeda y Óscar García despiertan cada mañana con el valle del Campichuelo frente a su ventana. En agosto llegaron a Sotos, una pequeña localidad conquense rodeada de naturaleza y calma, donde han encontrado el lugar perfecto para echar raíces. Su llegada fue posible gracias al proyecto Arraigo, una iniciativa que conecta a familias urbanas con pueblos que buscan nuevos habitantes y vida.
“Estamos muy felices aquí. Apenas llevamos dos meses, pero sentimos que este entorno natural, tan tranquilo y tan humano, era lo que necesitábamos”, cuenta Mar, con una sonrisa que se percibe incluso a través de las palabras.
Su historia es, en efecto, una de esas que parecen escritas por la vida con delicadeza y propósito. Natural de Talavera de la Reina, Mar es maestra de infantil y musicoterapeuta. Hace seis años decidió dejarlo todo para viajar a la Patagonia chilena, en busca de una metodología educativa más libre, inspirada en el método Montessori y centrada en la convivencia con la naturaleza.
“Me fui siguiendo un sueño”, recuerda. “Quería poner en práctica una educación basada en el respeto, el amor y el aprendizaje a través de la experiencia. Allí, en Coyhaique, encontré un lugar consciente y una comunidad muy humana”.
Allí también encontró a Óscar, profesor de Bellas Artes y escultor venezolano. De aquel encuentro nació una historia de amor, dos hijos mellizos y un proyecto de vida compartido.

En la foto de portada, Mar y Carlos aparecen con Montse, de proyecto Arraigo, en la plaza de Sotos. En esta foto les acompaña su casero.

En la foto de portada, Mar y Carlos aparecen con Montse, de proyecto Arraigo, en la plaza de Sotos. En esta foto les acompaña su casero.
Reinventarse desde el alma
La vuelta a España fue también una oportunidad para reinventarse. “Buscábamos una forma de unir nuestras profesiones, de seguir creando, pero desde un enfoque más humano”, explica Mar. “Óscar tenía su carpintería, y yo mi vocación educativa. Vimos que en los pueblos hacía falta una educación alternativa, sobre todo para la primera infancia. Así nació Mamissori Hogar con-sentido”.
Ambos participaron en el programa ‘Emprende y despega en Castilla-La Mancha’, impulsado por Acción contra el Hambre y la Diputación de Cuenca, que les ayudó a transformar su idea en un proyecto real. “Nos dio las herramientas para entender cómo emprender, buscar financiación y dar forma a nuestro sueño”, cuenta Mar.
Vivir, criar y educar desde el respeto
El proyecto que están poniendo en marcha tiene dos vertientes: la de Óscar, centrada en la reforma de viviendas con alma, y la de Mar, enfocada en la educación consciente y la crianza respetuosa.
Más información
“Queremos llevar el alma y el corazón a las casas y a todas las etapas de la vida”, resume ella. “Vivimos en una sociedad que a veces educa para competir, para enfrentarse. Nosotros queremos educar para convivir, para amar, para cuidar”.
En el espacio educativo que Mar sueña levantar en Sotos, los niños aprenderán siguiendo la filosofía Montessori, a través del juego y el respeto a su propio ritmo. También incorporará la metodología bosque-escuela y el principio “no dejes rastro”, donde la naturaleza es parte del aula y del aprendizaje.
“Se trata de enseñarles que son parte del universo, que pueden convivir con la naturaleza sin dañarla. Aprender a respetarla es aprender a respetarse”, explica.
Reformas con alma y oficios con historia
Mientras tanto, Óscar pone su creatividad al servicio de los hogares. Su parte del proyecto, “reformas con alma”, busca transformar las casas no solo desde la estética, sino desde la conexión emocional. “Queremos que las personas sientan su hogar como un lugar más humano, más armónico, más en consonancia con quien lo habita”, dice Mar sobre el trabajo de su pareja.
Más adelante, ambos sueñan con crear una escuela taller para recuperar oficios tradicionales como la carpintería, la cerámica o la escultura, profesiones que para ellos son parte del patrimonio emocional de los pueblos.
“Venimos de una cultura que ha olvidado el valor de lo manual. En Talavera, donde nací, la cerámica era identidad. Queremos que los jóvenes redescubran ese potencial, que vuelvan a crear con sus manos y con los materiales nobles que la tierra nos da”, reflexiona.


Cuando el pueblo también te enseña
En Sotos, Mar y Óscar no solo están construyendo un proyecto, sino una nueva forma de vida. “Esto es un ganar-ganar”, resume ella. “El pueblo nos da su calidez, su sabiduría popular, y nosotros tratamos de aportar educación para la paz, para la convivencia, para cuidar lo que nos rodea”.
Porque al final, Mamissori Hogar con-sentido es mucho más que un proyecto educativo o empresarial: es una filosofía. Un recordatorio de que el cambio empieza en lo cotidiano, en la manera en que habitamos los espacios y nos relacionamos con el entorno.
“Queremos llevar un poco de corazón a cada persona”, dice Mar. “Que vivan con más conciencia, más calidad de vida y más felicidad. Si lo logramos, aunque sea en un rincón pequeño como Sotos, habrá valido la pena”.

Paco Auñón
Director y presentador del programa Hoy por Hoy Cuenca. Periodista y locutor conquense que ha desarrollado...




