Alquimia Laboratorio suma la sexta Estrella Michelin para Valladolid

Valladolid

La constelación gastronómica vallisoletana se ha expandido un poco más. A las cinco estrellas que ya lucían en nuestro firmamento, -La Botica de Matapozuelos, Refectorio, en Sardón de Duero, Taller Arzuaga, en Quintanilla de Onésimo, Ambivium, en Peñafiel y Trigo, en la capital, la gala celebrada este martes en Toledo nos deja una luminaria más: Alquimia Laboratorio, el restaurante ubicado a los pies de la Iglesia de La Antigua y que dirige el joven cocinero Alvar Hinojal. Además, de la capital castellano-manchega la provincia se ha traído otra Estrella Verde, para el peñafielense Ambivium. Y su responsable, Cristóbal Muñoz, se vuelve a casa con la distinción de mejor chef joven de España.

Alvar Hinojal, nacido en la localidad palentina de Guardo, y muy vinculado al mund rural, recibió su chaquetilla en el transcurso de una larguísima gala que también concedió su primera Estrella a otro restaurante de Castilla y León, Cobo Evolución, en Burgos. De esta manera, son ya 18 las cocinas que en todo el territorio de la comunidad forman parte de esta particular galaxia.

Alquimia nació en 2018 y cuenta con dos propuestas diferenciadas en el local de la calle Antigua, en lo que una vez fue una de las zonas de referencia del ocio nocturno vallisoletano. La que ha sido reconocida, Laboratorio, se define en la web del restaurante como la "zona de alta cocina", un concepto de "cocina molecular creado para todos los públicos". Ofrece dos menús, Serotonina y Dopamina -18 y 25 pases- a un precio, respectivamente, de 54 y 80 euros, con la posibilidad en ambos casos de un maridaje de vinos. También cuentan con una adaptación del tradicional 'menú del día', denominado Noradrenalina que por 28 euros pone frente al comensal tres aperitivos, un entrante, un pescado, una carne y un postre, en este caso sólo de lunes a viernes en horario de comidas.

Además, también es posible comer -o cenar- a la carta en su formato gastrobar, que recibe el nombre de Crisol y que, según explican, es la zona "más gamberra e informal", un 'street food' de interior.

Hinojal empezó su andadura profesional en su provincia, Palencia, tras estudiar cocina en la capital. Aunque sus primeros pasos fueron en un taller de hierro y aluminio. Entre metales descubrió su auténtica vocación. Puso en marcha un restuarante en Velilla del Río Carrión, pero la crisis económica de 2008 se llevó por delante este proyecto. Se reubicó en Valladolid, en la sala de máquinas de Suite 22 y Taller Arzuaga, hasta que en 2018 decidió que había llegado el momento de volar de nuevo en solitario con una idea muy personal que se ha traducido en una distinción a la que muchos aspiran en el mundo de la gastronomía.

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En su cuenta de Twitter, incorpora una cita: "no conozco la clave del exito pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo". A juzgar por la Estrella que, en breve, lucirá en la fachada de su restaurante, sí que ha conseguido complacer, no sólo a sus clientes, si no también a los inspectores de la guía.