Aranda despide la Ciudad Europea del Vino con todos los honores

Aranda de Duero

La lluvia se ausentó finalmente y permitió que los arandinos despidieran la Ciudad Europea del Vino este viernes. Con la expresiva música de toda una profesional como la pianista francesa Violette Prévost y en un lugar poco habitual para ver una actuación de este tipo (como fue un tablón de no mucha dimensión) cientos y cientos de arandinos se acercaron a las orillas del Duero para disfrutar de un concierto muy especial. El éxito radicó en el buen hacer de la profesional, pero también en la performance creada, que también hay que decir no es muy propia de esta época del año.

Sea como fuere el disfrute de este evento prosiguió al finalizar este pequeño concierto al aire libre cuando, prácticamente en el mismo lugar, un gran número de drones, ante la noche arandina, se dispusieron a realizar un espectáculo de colores y luz que dejó boquiabiertos a muchos, sobre todo los pequeños. Puede verse en el vídeo superior. Estos aparatos, que se han convertido en toda una moda pero también en el regalo pedido por muchos para Reyes, no se dejaron escuchar ni con sus pequeñas aspas, lejos del ruido y el 'retumbe' que dejó el fin de celebración.

Porque como si de las fiestas patronales se tratara, los arandinos se agolparon nuevamente en la Avenida Teresa Jesús Jornet para disfrutar de los fuegos artificiales que, ya sí, eran el broche final de la Ciudad del Vino. Hay que decir que ya estaba anunciado que la duración de estos fuegos iba a ser pequeña, pero fue parejo con el cuarto de hora que suelen durar en fiestas.

Sea como fuere, la capital ribereña ha despedido un 2022 marcado por la capitalidad europea del vino, que ha suscitado todo tipo de reacciones, pero también mucha controversia. El 2023 llega sin título, pero sí al menos con iniciativas (Gastro Duero o la iluminación ornamental del río) que aunque no se pudieron disfrutar a tiempo, llegarán.