La radio y el vino, un maridaje que llena en la Ribera del Duero: así fue el Hora 25 desde Aranda
La Casa de la Cultura de Aranda se quedó pequeña en la visita del programa dirigido por Aimar Bretos a la capital ribereña, que demostró el potencial de nuestra tierra pero también sus muchas y justas reivindicaciones
Edición especial desde Aranda de Duero
Aranda de Duero
En una tierra de vino como la Ribera del Duero es un deber hacer un buen maridaje. Y la radio marida a las mil maravillas con el vino, y con nuestro territorio. Es lo que pudo demostrarse este viernes en la Casa de Cultura de Aranda, llena hasta la bandera, para recibir al equipo de Hora 25 con Aimar Bretos a la cabeza. A las 20 horas se producía ya el primer saludo, y Bretos lo hacía literalmente bajo tierra. 11 metros debajo de la Plaza del Trigo, concretamente, se abría el programa más escuchado de la radio nocturna desde la Bodega de La Navarra, de la Peña La Ribera.
Ya a las 21.30 horas, con el inicio del programa con Aimar al frente y bajo un respaldo abismal de una tierra que ha demostrado estar enganchada a las ondas de la SER, se iniciaba una primera parte política para repasar la actualidad de mano de los habituales contertulios de los viernes del Hora 25, para después pasar a respaldar cuestiones que sin perder actualidad, se refirieron más a temas referentes a la sociedad, haciendo -vaya paradoja- mucho hincapié en las redes.
Protagonismo para el vino
Antes de las 22.30 horas se había ya dado paso al mundo del vino, en la voz de Iker Ugarte, vocal de la DO Ribera del Duero. Ugarte pudo explicar la relevancia del vino en nuestra tierra, dado que no solo ha elevado a la fama la comarca, sino que se ha convertido en todo un motor económico y social, también como dinamizador y atracción de talento para que los pueblos aguanten y luchen frente a la despoblación que tristemente acecha al medio rural.
De vino también se pudo hablar con Dominio del Pidio, una bodega ambigua en cuanto a época. Por un lado, ha recuperado bodegas históricas a través de la compra de ruinas merced a muchos contratos y trabajo y ha mantenido la forma ‘ancestral’ de hacer vino, pero por otro ya están presente en el metaverso. La apuesta por la sostenibilidad es clara: en ella redundan las bodegas subterráneas.
Reivindicación
El millón de oyentes que acompaña al Hora 25 cada noche ha podido conocer también de primera mano las reivindicaciones y preocupaciones de esta tierra, y que tienen que ver con las infraestructuras. Por un lado, la interminable A-11 que se veía representada por Alicia del Pozo, de A-11 Pasos. Y por otro, el Tren Directo, con Begoña Cisneros al frente de la reivindicación.
Ambas destacaron la relevancia de recuperar sendas infraestructuras, pero también la falta de voluntad política para cumplir con promesas electorales -nunca mejor dicho dada la época en la que nos encontramos- que no se llegan a ejecutar, literalmente, por “falta de rédito político”. Y entre los camiones de la N-122 y su pérdida de posibilidades para atraer talento o simplemente profesionales sanitarios, y los murciélagos del túnel de Somosierra -que parafraseando a Begoña “hay que cuidarles, pero también hay que cuidar a las personas”-, España pudo conocer las necesidades de una Ribera que sonó.
Shinova y un gracias mayúsculo
Y vaya si sonó. Lo hizo gracias a Shinova, una de las bandas que ha catapultado Sonorama Ribera, el festival que revoluciona a todo un territorio cada año -y ya van 26-. Dentro de poco harán las Américas, y también las traerán a Aranda. Pero su director, Javier Ajenjo, dejaba claro que el gen tan especial de Sonorama es el que hace que la magia surja en un escenario pequeño en el que todo artista quiere tocar -Plaza del Trigo-, aunque cuando uno sube, de la adrenalina ni se recuerde.
Es lo que hace que todo un Jorge Drexler “esté nervioso por venir cuando tiene un montón de Grammys a sus espaldas”, que “se dé el único concierto de toda España de Amaral”, o “que sea un festival tan integrador que hasta puedes encontrarte con tu madre, y en el que hay un respeto brutal al artista”.
Acogiéndonos a una de las letras de Shinova, no podemos más que dar las gracias por tanto. Una vez más, Aranda respondió en todos los aspectos, y la marca Ribera del Duero resonó por cada esquina del país, dando a conocer que no solo aquí se hacen unos vinos sensacionales, sino que encima, los hace gente que se niega a irse de su tierra y que apuesta por ella aunque no tengan las mismas oportunidades que el resto.
Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en...