De hacer embargos en Hacienda, a ser la mano derecha del primer alcalde democrático de Aranda de Duero
Transitamos por la memoria de Evaristo Camarero, para conocer los años de la transición en Aranda, y una vida entregada al ciudadano

Viaje por la Memoria - Evaristo Camarero
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Aranda de Duero
“Venimos a esta existencia a transitar. Vivimos en permanente transición. Quizá no sepamos hacia dónde, desde dónde o por qué; pero transitamos. A veces nos movemos en cualquier dirección sin rumbo deseado, pensado o fingido; a veces sin saber hasta dónde queremos llegar y aún sin saber qué podemos encontrar en el recorrido y en los finales del camino; a veces no nos movemos y dejamos que todo lo demás fluya y transite en los alrededores de nuestras conciencias.
La transición no es más que el paso más o menos rápido de una idea a otra, de un modo de ser a otro distinto. Nuestro compañero de camino en este ‘Viaje por la memoria’ de hoy vivió y participó, también, en otra histórica transición y lo hizo de forma activa como podremos comprobar ahora en nuestra charla de los martes hoy con EVARISTO CAMARERO BORIS”.
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Inicios
Tras esta introducción de Ausen Frutos, nos adentramos en la vida y los recuerdos de alguien que dejó en el 71 Burgos, donde nació, para llegar a Aranda, donde tenía familia. "Era una Burgos distinta, con elitismo, una ciudad de provincias. Y encontré una Aranda en su última fase agrícola. En tránsito hacia lo industrial. Era la gran revolución. La ciudad era viva, y con mucha cultura; acogedora", define. No olvida Camarero su etapa formativa -ni después la mili-, su estudio en el seminario, y la paliza que le dio el fraile de turno por llevar una gorra de verano al Rosario. De padre funcionario (como lo acabó siendo él), la vida de Evaristo "es muy curiosa", porque "mi abuelo se marchó a Argentina, donde conoció a mi abuela y se casaron, pero volvió a España, llegó la gripe, se fue a Francia, y allí nació mi padre". Así que sus orígenes son diversos.
La pasión de Evaristo se ve en su mujer, Mariví. A ella siempre se entregó. Y se entrega. "La amiga de Mariví se casaba con mi jefe. Fui a la boda. Vi dos chicas, y dije, esa es para mí. Desde que le acompañé a casa aquel día, hasta ahora, 57 años", define, reconociendo que ella ahora atraviesa una etapa compleja por su proceso de deterioro -alzhéimer-, pero que le ha permitido darse cuenta "de que la quiero más que el primer día, y que cuando estoy con ella y pese a su enfermedad, estoy en el cielo". Día a día, viaja por la memoria con ella. Día a día, le cuida y hace feliz. Una entrega tan incondicional, como admirable.
De funcionario de Hacienda a político local
Camarero contó con el apoyo de Mariví para dedicarse al mundo de la política, aunque él realmente a nivel laboral, era funcionario de Hacienda. Y le tocaba hacer embargos, con sinsabores, pero delicadeza. "Era el brazo ejecutor de la administración. Luego la vida me enseñó que se podía hacer ese trabajo con dignidad. Y habiendo embargado muchas cosas, puedo decir con orgullo que no tengo ningún enemigo en Aranda. Pero sí, es una situación difícil. He tenido muchos contribuidores que me han dicho que preferían pagar a Hacienda que al banco", ríe.
A los años llegó su momento en el Ayuntamiento. Y reconoce que dedicarse con pasión a la política le ha quitado dedicación a otras cosas. La inquietud ya le salió de estudiante, en el sindicato, que era muy activo. "Ahí me empecé a cocer. Fui al Foro Juvenil, tuve de compañeros a David Cisneros y Narcís Serra, que fue vicepresidente de Gobierno. Y me metí, hasta el punto de que me lanzaron a una elección como a lo que hoy sería el Senado, y sé bien que pude haber participado desde el escaño en la transición, pero luego los gobernadores civiles te señalaban y ya te decían 'tu sí, o tú no, que eres un poco rojillo'. Luego yo llego a Aranda. Daba miedo meterse en político, tuve amigos incluso que estuvieron en la cárcel", cuenta.
El primer gobierno democrático
Camarero comenzó en la UCD. En el estreno de la democracia. "El centro está ahí. Existe. No es lo mismo el centro en un país comunista o conservador. Aquí en Aranda encabezó Ricardo García, que tenía muchas ganas. Y lo primero que se hizo fue arrancar el retrato de Franco. Fue un gesto, porque los socialistas venían también con ganas de colaborar tras ver cómo algunos de sus concejales habían sido fusilados. Había que hacer una transformación total de Aranda. Pasamos del caballo que iba recogiendo la basura con un carrito, a los camiones. Había que dinamizar la vida de la ciudad. Y un plan de ordenación urbana que fuera componiendo la amalgama de cosas que había, el sistema de agua... Y luego hubo que meterse un modelo de ciudad e irlo ejecutando", expresa.
Entre esas tareas, también estaba cambiar la forma de pensar. "Funcionábamos muy bien con otros grupos políticos. Y la relación entre nosotros era buena. Todo el mundo tenía ganas. Y todos los compañeros me han enriquecido", explica. "El día del Golpe de Estado estábamos codo con codo, sin distancia. Pero fue duro porque nadie sabía lo que estaba pasando. Nosotros aparecimos en las listas famosas, éramos objetivos, porque estábamos promoviendo la transición. No temí por mi vida pero mi primo me llamó diciéndome que había un tejemaneje por ahí y alguien fue a la Guardia Civil, pero sí hubo movimientos subterráneos", añade, restando importancia después de tanto tiempo transcurrido. Tanta vida vivida. Y tanto por vivir. Con la jubilación en pleno disfrute, Camarero prosigue en el recuerdo de años felices, de viajes, paseos, lecturas, y de las charlas con amigos... que nunca le han faltado.
El espacio al completo de este Viaje por la Memoria con Ausen Frutos y Valentín García puede reproducirse al completo en el audio superior.

Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...