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Arte de ida y vuelta, las obras incautadas del franquismo

El Museo del Prado, entre otras instituciones del Estado, detenta decenas de obras incautadas durante la Guerra Civil y el franquismo y nunca restituidas a sus antiguos propietarios. El catedrático Arturo Colorado investiga para la pinacoteca de qué obras se trata

¿Cuántas obras del Prado serán restituidas a sus antiguos propietarios?

Madrid

El Museo del Prado había fijado para finales de enero, la fecha en la que haría pública la investigación, sin embargo parece que tendrá que esperar algo más. Mientras, el catedrático Arturo Colorado ha explicado que sus pesquisas son difíciles de comprobar porque no siempre la documentación es explícita. Lo que sí se sabe es que durante el conflicto bélico se produjeron importantes peligros para el patrimonio como la quema de iglesias, o la ocupación de palacios de la nobleza; de ahí que el gobierno de la República pusiera en marcha la Junta de Tesoro Artístico. El propósito de este organismo fue la protección del patrimonio a partir de incautaciones de colecciones privadas y también de republicanos que habían marchado al exilio. Las obras se depositaban en almacenes. Sólo en la zona centro y parte de Castilla-La Mancha, se calcula que se depositaron hasta 30.000 piezas a buen recaudo. Aún así, una de las acciones más importantes de la Junta fue el traslado de más de 500 obras del Museo del Prado fuera de España. Las pinturas fueron transportadas en camiones hasta la frontera con Francia y más tarde en tren hasta Ginebra, donde permanecieron los tres años de la Guerra Civil en los almacenes de la Sociedad de Naciones. Esas obras volvieron en octubre de 1939.

Con el franquismo, el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional se dedicó a la restitución de muchas de estas obras, pero también al desvío de otras tantas con entregas en depósito a museos, ministerios, iglesias y particulares. Arturo Colorado asegura que durante la posguerra los jerarcas, de entonces, se beneficiaron de un masivo expolio de tal forma que 'miles de obras están ubicadas donde no les corresponde'. Más de treinta museos en toda España tienen en su poder obras confiscadas además del Ministerio de Justicia, el del Interior, incluso los Paradores de Turismo. Pero también particulares.

El caso de la Marquesa de Arnuossa

María Teresa Álvarez Herreros fue una mujer, 'delincuente habitual o pantalla de algún gerifalte de Franco' según Colorado. No sólo se inventó el título nobiliario, sino que iba a las exposiciones de arte incautado, y con solo mostrar su tarjeta de visita, lograba embaucar a los funcionarios y llevarse decenas de obras de arte cuyo destino se desconoce. Tantos fueron sus hechos delictivos que en un momento dado se dudó de ella. Fue denunciada por un delito de estafa y por fin entró en prisión. Su último delito fue el hacer creer que una tabla flamenca de La Sagrada Familia le pertenecía cuando estaba documentado que había sido de Ricardo Baeza, embajador republicano en Chile.

Pedro Rico

Los descendientes del que fue alcalde de Madrid con la República, Pedro Rico, llevan cuatro años reclamando al Museo del Prado al menos dos cuadros costumbristas del siglo XIX. Las obras del regidor fueron incautadas por la República para que se protegieran pero, su exilio en Francia, donde murió, le imposibilitó hacerse de nuevo con ellas. Con la aprobación de la Ley de Memoria Democrática los nietos, octogenarios ya, tienen derecho la restitución del patrimonio de su abuelo, pese a ello, temen los plazos y la manera en que se lleve a cabo. 'De la reparación moral nadie duda' afirma Laura Sánchez Gaona, abogada de la firma Calíope que defiende a la familia Rico; al no haber un protocolo que desarrolle la ley, ella teme que Cultura trate de que tenga que ser un juez el que dictamine la forma de la devolución de las obras:' ya ha habido un precedente de acuerdo extrajudicial, con las obras del naviero Ramón de la Sota, por eso sería llamativo que el resto de casos se tenga que resolver por vía judicial. Creo que todos los casos se debieran tratar del mismo modo', añade.

Myriam Soto

Redactora de Radio Madrid