Desmontando mitos sobre la autenticación biométrica, una de las mejores herramientas para ciberseguridad
Aumentan suplantación de identidad y fraudes y muchos apuestan por la autenticación biométrica como uno de los métodos más seguros para salvaguardar nuestra seguridad online
En la Ciberseguridad (12/09/2023): Desmontando mitos sobre la autenticación biométrica, una las mejores herramientas para ciberseguridad.
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Fuenlabrada
La biometría es uno de los campos donde ya se aplica la Inteligencia Artificial (IA) y cada vez se utiliza más para reforzar la seguridad de datos personales o profesionales y como una manera de evitar fraudes. En la actualidad existen herramientas biométricas basadas en la IA y en algoritmos matemáticos que se entrenan para desarrollar soluciones adecuadas, según explica Mariona Campmany, directora de Marketing de Veridas, empresa de tecnología española, especializada en identidad digital y biometría.
Así se puede ver como la mayor parte de los motores biométricos actuales pueden comparar dos imágenes de la misma persona con un 99% de acierto. Sin embargo, si se comparan dos fotografías de personas distintas, aunque parecidas, el proceso lo rechaza, también en un 99% de los casos, según Veridas. Esto supone que esta tecnología “sólo se equivoca una vez cada millón”.
Campmany cuenta que este tipo de autenticación hoy en día se utiliza sobre todo con reconocimiento facial o de voz y puede usarse como factor de doble autenticación o como primera opción, según para que se emplee.
Fuera ideas erróneas
No obstante, reconoce que sigue habiendo muchos mitos sobre este tipo de autenticación. Así niega la creencia de que la tecnología biométrica sea más difícil de usar, ya que asegura, es la “manera más natural y única para identificar personas. Los usuarios sólo necesitan mirar a la cámara o hablar unos segundos, para que el sistema autentique su identidad”.
Además, recuerda que los datos biométricos de la persona no se pueden robar porque el vector biométrico “sólo es válido para el motor concreto, en una versión concreta y generado para un servicio en particular”, por lo que es realmente inservible fuera de él.
Niega también que este tipo de autenticación sea imprecisa, dada la efectividad de los sistemas biométricos modernos, que además son muy flexibles y capaces de reconocer a las personas registradas cuando cambian de apariencia.
Campmany rechaza otra creencia muy extendida sobre lo fácil que es engañar a estos sistemas con fotos o videos. “La tecnología de prueba de vida permite comprobar que la persona que realiza el proceso de ‘onboarding’ es real”, así que “detecta todo tipo de fraudes, desde máscaras y fotos hasta deepfakes”. Y es que cómo dice esta experta “máquina no engaña a máquina”.
Por último, Campmany niega que la biometría sea cara, ya que gracias a los avances tecnológicos, los dispositivos biométricos son ahora más accesibles.