El Instituto de Danza Alicia Alonso vuelve a denunciar impagos de la Universidad Rey Juan Carlos
Acusan al rector de “ahogar” al centro de Fuenlabrada después de que en 2019 intentase romper el convenio. La URJC mantiene que cumple con los procedimientos y no incurre en ilegalidad
Fuenlabrada
Fue en 2019 cuando se declaró la guerra entre la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y el Instituto Universitario de la Danza Alicia Alonso, un centro adscrito al primero y que imparte clases en el campus de Fuenlabrada. El rector intentó cambiar las condiciones del Instituto y, en última instancia, romper la colaboración. Asunto que aún sigue su curso en los tribunales cinco años después.
Ahora vuelven a aflorar las rencillas. Desde la institución que lleva el nombre de una de las grandes bailarinas cubanas de la historia han iniciado una recogida de firmas en change.org y han difundido en sus redes sociales los problemas que tienen los 32 profesores, que llevan seis meses sin cobrar sus salarios, a pesar de que “por responsabilidad” continúan dando clase, según el comunicado.
“Durante los últimos cinco años el rector retiene nuestros salarios durante cinco y seis meses como chantaje para conseguir lo que no ha logrado a través la Justicia, llevarnos a la quiebra institucional”, señalan en el comunicado. Insisten en que hay “dos sentencias firmes” del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y están a la espera de una tercera por violación de los derechos fundamentales de los trabajadores en este caso.
Los trabajadores señalan que son el único centro público con más de 30 años de experiencia impartiendo dos grados y dos másteres especializados, por lo que piden apoyo para su causa “porque Alicia Alonso así lo hubiera querido, porque tenemos alumnas y alumnos con mucho futuro por delante y seguiremos llevándoles a los escenarios para que crezcan como artistas en las aulas y en los escenarios”.
Fuentes de la Universidad Rey Juan Carlos han señalado a SER Madrid Sur que la universidad “tiene que cumplir los procedimientos que garanticen su trasparencia, dentro de los plazos previstos y sin incurrir en ninguna ilegalidad”. Apuntan también que la URJC “siempre cumple con sus obligaciones económicas”.