¿Qué han hecho las romanas por nosotros?
Tres recientes libros analizan el papel de las mujeres de la Antigua Roma y su importancia en la historia
Las mujeres romanas protagonizan tres libros de reciente publicación / piola666
Fuenlabrada
Tres recientes publicaciones han puesto el foco en la historia de las mujeres de la antigua Roma, dos de ellos lo hacen recurriendo a las biografías (más o menos breves) de personajes conocidos, mientras que el otro amplia el objetivo para preguntarse por qué las romanas (y otras muchas mujeres antes y después de ellas) han sido olvidadas por la historiografía oficial.
Entrevistamos a Jesús Sanchís Calabuig y Patricia González Gutiérrez por sus dos libros sobre mujeres romanas
Los dos primeros son ‘Roma 410 AD. Mujeres bajo el asedio’ de Jesús Sánchez Calabuig (Rhemata Antigüedad, 2024) y ‘La historia de Roma en 21 mujeres’ de Emma Southon (Pasado & Presente, 2024).
El novelista Sánchez Calabuig (conocido en redes como @TadeusCalinca) publica su primer ensayo centrado en el traumático saqueo de Roma por parte de los godos y una decena de mujeres directa o indirectamente afectadas. En muchos casos comparten características: son en la mayoría de los casos son de clase alta, cercanas a santos o incluso a ‘Padres de la Iglesia’ (San Agustín de Hipona o San Jerónimo de Estridón) y con relación con las provincias hispanas.
Este libro y el de Southon coinciden en algún personaje como el de Gala Placidia, pero de la historiadora británica se remonta en el tiempo hasta la época de la monarquía.
Aunque pueda parecer que la historiografía de la mujer romana vive un momento dulce, Patricia González Gutiérrez pide que se frene el entusiasmo en su último ensayo: ‘¿Existieron las romanas?’ (Akal, 2024) donde enuncia en sus últimos párrafos la pregunta clave: “¿Por qué no las vimos? ¿Por qué no miramos a los ojos a esas mujeres de mundo clásico y les dijimos, ‘te veo’?”.
El libro es, de principio a fin, un recorrido por cómo la historia fue olvidando y marginando a las mujeres de la antigua Roma (no solo a las patricias si no también a las “alfareras y esclavas”) y cómo, especialmente desde los años 70, se ha ido abriendo paso una nueva tendencia que rebusca entre la historia para contarnos la historia de estas olvidadas protagonistas, lo que no quiere decir que el camino haya llegado a su fin.