Protagonistas ocultos de Madrid: María Mestayer

Así es, su padre Eugene Mestayer Demeleir y su madre Marie Jacquet la Salle, eran de una familia muy acomodada que desarrolló gran parte de su vida y trabajo en Vizcaya. El dinero de su familia le permitió poder viajar por los mejores restaurantes de Europa. Al regresar se dio cuenta de que aquí comíamos bien, nadie lo dudaba, pero quizá necesitábamos un toque más sofisticado para ponernos a la altura de lo que había fuera de nuestras fronteras, y María Mestayer.

Boda y restaurante en Madrid

No era una idea de una colegiala o de una joven con ganas de cambiar el mundo con ideas transgresoras. No, cuando María Mestayer quiere abrir el restaurante en Madrid ya contaba sus buenos 59 años. Muchos de sus compañeros de generación ya estaban bajo tierra.

Cuando se casó con 23 años con el abogado Ramón Echagüe, María no sabía ni lo que era una sartén. Pero no porque fuera una niña bien y menospreciara ese trabajo. Al contrario, sus ganas de aprender la llevaron a estudiar cocina, leer libros, revistas y a escribirse con los cocineros más importantes del momento; cocineros de importantes restaurantes y también de casas reales y nobiliarias.

Todo este bagaje hace que en 1936 abra un restaurante en Madrid, Parabere, sito en la calle de Cádiz, 9 junto a la Puerta del Sol. El restaurante más lujoso de Madrid. El éxito no se hizo esperar. Era el centro de reunión de embajadas, políticos y gente de dinero. Al estallar pocos meses después la guerra civil, no se cerró, sino que sirvió, bajo el control del sindicato de la CNT, sirviendo de escenario de intercambio de prisioneros y decisiones políticas importantes.

Tras la guerra civil se trasladó en los 1940 a la calle Villanueva en el barrio de Salamanca donde acabó sus días poco después dejando un legado culinario y bibliográfico de gran valor, siendo todo un referente de inspiración para grandes cocineros como Ferran Adrià, Martín Berasategui o Juan María Arzak.