El Festival Medusa de Cullera fue víctima de un violento "reventón cálido"

Valencia

Miles de jóvenes fueron sorprendidos la madrugada del 13 de agosto en el Medusa Festival, celebrado en Cullera (Valencia), después de que varias estructuras, entre ellas parte del escenario principal, se vinieron abajo por las fuertes rachas de viento que se sucedieron esa noche en la Comunitat Valenciana. El suceso dejó una persona fallecida y, al menos, otras 32 han resultado heridas.

Según el informe que la Agencia Estatal de Meteorología ha emitido para el juzgado, en aquellos días la previsión hablaba de mucho calor, de posibles tormentas fuertes acompañadas de granizo y de fuertes rachas de viento. Esas tormentas que se estaban disipando llegaron al litoral, entre Murcia y la Comunitat Valenciana, procedentes del interior. Allí se encontraron con que la brisa marina había generado una capa de aire fresco y húmedo. La confluencia de ambos fenómenos, las tormentas secas procedentes del interior con la brisa litoral, originó un reventón cálido que provocó una súbita subida de la temperatura de casi 10 grados y rachas de viento muy fuertes.

"Reventón calido"

Un fenómeno, ha explicado a la SER José Ángel Núñez, que es el responsable de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana, que se repite con relativa frecuencia. Ya el año pasado ocurrió algo parecido, el 15 de agosto (este año fue el 13), en la zona de Gandía. Entonces derribó una noria.

Según AEMET, esos desplomes de aire fueron detectados por el radar situado en la montaña de Cullera, a unos dos kilómetros de distancia del lugar donde se celebraba el festival y, además de las rachas de viento, de entre 70 y 100 kilómetros por hora, se produjo un ascenso de temperaturas de unos diez grados, hasta llegar a registros próximos a los 40 grados.

Además, la humedad, que cerca de la playa estaba al 80 %, se desplomó y bajó a menos del 40 %, "lo típico cuando se producen estos fenómenos", ha indicado el meteorólogo. "Son fenómenos de escala reducida y dentro del festival se veían zonas muy afectadas, sobre todo la zona oeste, más alejada del mar, que era donde había más daños, mientras que en los lugares más cercanos al mar apenas había daños".

Imágenes: Tragedia en el festival Medusa de Cullera tras el desprendimiento de parte del escenario

Destaca que el 13 de agosto fue el día más cálido del verano en la Comunitat Valenciana, con la ola de calor y bajo condiciones de una masa de aire cálido de origen africano, y preguntado por si se trata de fenómenos imprevisibles, indica que no lo ha incluido en el informe pero que el pasado 16 de agosto, cuando estuvo en la zona con el juez que lleva el caso, le dijo que "no era exactamente así" porque estos fenómenos "obedecen a unas condiciones meteorológicas y había entornos favorables para que se produjeran".

"Lo que sí es imprevisible es determinar la hora y el lugar concreto". La predicción general advirtió de que se podrían producir tormentas con rachas muy fuertes de viento. "Lo que no se puede prever es el lugar exacto y la zona", ha insistido, para añadir que hasta en recintos pequeños de menos de un kilómetro, como el del Medusa, "puede haber diferencias sensibles".

"Estamos todos en shock": los testimonios tras el derrumbe de las estructuras del Medusa Festival

Según explica, una cuestión a tener en cuenta y que suele provocar muchos daños en este fenómeno es que las estaciones meteorológicas miden el viento horizontal, pero en este caso el fenómeno principal fue una masa de aire que se desplomó desde tres o cuatro kilómetros de altitud e impactó contra el suelo. "El aire impacta contra el suelo y se expande horizontalmente, pero en las zonas donde impacta suele provocar aplastamientos y rebotes, con estructuras arrancadas", ha agregado.