El Plan Especial del Cabanyal de València, a punto de aprobarse definitivamente

València

Los vecinos aplauden la regeneración del barrio del Cabanyal de València impulsada desde 2015, después de 20 años de abandono por el anterior Gobierno, pero les gustaría que fuera más rápido. La asociación vecinal reconoce que el barrio ha salido de un largo túnel, de más de 20 años, en los que se abandonó totalmente la fachada marítima de la ciudad y se ponía en riesgo su futuro, con los planes del Ayuntamiento para alargar Blasco Ibáñez hasta el mar.

En estos ocho años de Gobierno de Compromís y PSPV se ha lavado la cara al Cabanyal, se han mejorado los servicios públicos y las infraestructuras, aunque siempre hay un pero. Y, en este caso, es la lentitud que provocan los trámites administrativos y que hacen que los cambios no sean tan rápidos como les gustaría a los vecinos.

Felix Estrela, el presidente de la asociación vecinal, aplaude las reurbanizaciones que se han hecho de muchas calles del barrio, y explica que, aunque todavía hay algunas calles donde se trafica con drogas, la seguridad ha mejorado mucho. Sin embargo, pide al Ayuntamiento que avance cuanto antes en la construcción de una sede de la Universidad Popular y a la Delegación del Gobierno, que construya una nueva comisaría de Policía Nacional en el barrio.

Aprobación definitiva del plan especial

Y pide al Ayuntamiento de València que apruebe definitivamente el PEC, el Plan Especial del Cabanyal. Se trata de una especie de carta magna, según Felix Estrela, que organiza urbanísticamente el barrio y lo proteje frente a posibles amenazas en un futuro. El plan lleva redactándose años, y está en sus fases finales, así que espera que se pueda aprobar antes de que acabe la legislatura.

Desde el Gobierno local confirman que el plan especial se aprobará antes de que acabe la legislatura. De hecho está ya en los últimos trámites. A falta de pasar 20 días por exposición pública y de que el Consell lo apruebe de forma definitiva. Y sobre el futuro del barrio, la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo, Sandra Gómez, detalla que el objetivo es seguir rehabilitando todas las calles.

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Nuevas zonas verdes

Ya está en marcha el proyecto para crear una nueva plaza y zona verde al final de Blasco Ibáñez, que se convertirá en la nueva entrada del Cabanyal, junto a la Estación de tren. Además, en pocos meses se va a reorganizar y reurbanizar el entorno del mercado del barrio, para que sea más peatonal, y se seguirán reurbanizando las calles que quedan pendientes.

Y también hay un plan para rehabilitar el bloque de astilleros, construyendo un nuevo edifico en el que realojar a las familias y derribando el actual. Estrela aplaude la iniciativa, aunque añade que la asociación va a estar pendiente de cómo se ejecuta para garantizar que ningún vecino sale perjudicado del plan. Los vecinos insisten en que los proyectos para el barrio, en general, son correctos, pero van demasiado lentos.

Subastas de vivienda

Otro proyecto importante en el barrio es el de las subastas de inmuebles que en su día fueron expropiados por el anterior Gobierno local de València y que ahora se pretenden regenerar los solares y viviendas afectadas. Desde el Ayuntamiento recuerdan que, en su momento, Pla Cabanyal expropió entre 170 y 180 viviendas para ser derribadas y llevar a cabo el plan urbanístico que preveía la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. El resultado ha sido que con el paso de los años, estas viviendas y solares han caído en el olvido y en muchos casos se han ido deteriorando con el tiempo y es necesaria su rehabilitación.

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La subasta puesta en marcha por el Ayuntamiento ha contado con unos criterios establecidos de baremación, que, a parte del precio ofrecido en subasta por cada propiedad, ha priorizado aspectos que favorecen la regeneración del tejido residencial del barrio y el arraigo de sus vecinos y vecinas.

Por ejemplo, se ha valorado que se destine la vivienda a residencia habitual y permanente, y que en el caso de que se ofrezca como alquiler, sea durante al menos diez años. También se han considerado criterios que priorizan a grupos de edad con mayor dificultad de acceso a la vivienda, a personas o familias dentro de algún tipo de vulnerabilidad, o a personas empadronadas o que trabajen en el barrio.