Guerra del agua

València

Cuando hay que decir que no, que las cosas se han hecho mal, y que hay que defender los derechos de la Comunitat Valenciana el gobierno valenciano deja las cosas claras con las herramientas que tiene a su alcance. Otra cosa es que le hagan caso.

La Generalitat ha presentado sus alegaciones al Consejo de Estado, al que pide que emita un informe desfavorable sobre el plan del Tajo, por defectos que pueden determinar su nulidad de pleno derecho.

Y es que asegura que “se han vulnerado los principios de seguridad jurídica, lealtad institucional, transparencia y buen gobierno”. Mientras, en otro ámbito más terrenal, mañana en la puerta del ministerio los regantes y agricultores se preparan para mostrar su repulsa al recorte del trasvase Tajo-Segura y a la política hídrica del Gobierno Central . Más de un centenar de autocares se trasladan ya a Madrid, regantes y agricultores desde Alicante, Murcia y Almería. Dejarse oír, lo van a hacer seguro. Aunque la respuesta de la ministra Teresa Ribera ya ha llegado: no quiere una guerra del agua,  dice que lo que se se ha hecho es actuar en función "del cambio climático". Con ese argumento, poco margen queda.