El órdago de Pedro Sánchez mediatiza las negociaciones del Partido Popular y Vox

Alicante

La convocatoria de elecciones el 23 de julio es un órdago, al estilo del presidente y candidato socialista a la reelección, Pedro Sánchez. Asume como propia la responsabilidad de la derrota y se la juega.

Sabe que la convocatoria puede afectar a las negociaciones del PP y Vox para conformar gobiernos autonómicos. Pero, en especial, a diferencia de lo que ha sucedido en otras autonomías en las que el PP lo tiene más fácil para gobernar, Sánchez pone el foco mediático en la Comunitat Valenciana, en la que el PP necesita 10 votos de Vox para alcanzar la mayoría absoluta.

Estos acuerdos no van a ser fáciles para los populares, ya que deberán hacer concesiones a los de Abascal, que se han cansado de afirmar durante toda la campaña electoral que no van a regalar ni un solo gobierno municipal y que quieren estar en el próximo Consell. Su vocación es gobernar. Además, Sánchez intenta que se cambie el foco mediático, que se pase página de la derrota y empecemos a hablar de las nuevas elecciones.

Le recomendaba Maquiavelo al príncipe que fuera impetuoso, en vez de respetuoso o cauto. Aunque, como siempre ha sucedido a lo largo de la historia, todo dependerá de cómo salga el reto. Si Sánchez gana será algo épico, si pierde será un estrépito.

*Fotografía: Carlos Flores (i) y Carlos Mazón (d), candidatos a la Presidencia de la Generalitat de Vox y del PPCV (montaje fotográfico)