El Mariscal Foch en Benimàmet
Ferdinand Foch fue uno de los principales artífices de la victoria aliada durante la I Guerra mundial y su popularidad se extendió por todo el planeta. Incluso en Benimàmet los vecinos rotularon su nombre en una calle

València
En 1914 estalló en Europa la I Guerra Mundial, pero, por múltiples circunstancias, España no estaba ni militar ni económicamente preparada para participar en el conflicto, y se declaró neutral.
Todas las tensiones políticas – hundimiento del sistema clientelar y caciquil del bipartidismo- y sociales -miseria, precariedad, inflación- acumuladas en España desde el fin de la Guerra de Cuba (1898) se agravaron con más crudeza desde el inicio de la Gran Guerra.
Y con ese caldo de cultivo, y a pesar de su supuesta neutralidad, la sociedad española, mediatizada y cada vez más influenciada por la prensa, se dividió entre germanófilos -partidarios del imperio alemán y las potencias centrales- y aliadófilos -partidarios de los Aliados: Reino Unido, Francia, Rusia y EE.UU-.
No en vano, en noviembre de 1918, cuando el mariscal francés Ferdinand Foch firmó el armisticio con el imperio alemán, los aliadófilos valencianos salieron a la calle para celebrar el final de la guerra y la victoria aliada, organizando homenajes a las naciones vencedoras en los consulados de la ciudad.
El Ayuntamiento, de mayoría republicana, se unió a estas celebraciones y el 4 de noviembre acordó “compendiar el principio de la libertad de los pueblos en un nombre: Wilson; y el espíritu de sacrificio por esa libertad, en otro nombre: los Aliados; y poner estos nombres como enseñanza y ejemplo en dos vías importantes de la ciudad”, sustituyendo los nombres de Príncipe Alfonso y Conde del Serrallo por plaza de Wilson y Avenida de los Aliados. Unos homenajes que, como era de esperar, no gustaron entre las élites conservadoras y el ejército, principales voces germanófilas de la ciudad.
La euforia por el fin de la guerra y la victoria aliada también llevó a algunos vecinos de la ciudad a rotular extraoficialmente sus calles con el nombre de héroes y batallas de la contienda. Entre ellas, la calle dedicada al mariscal francés Ferdinand Jean Marie Foch, condecorado jefe de las fuerzas aliadas, convertido por la prensa del momento en un auténtico adalid de la libertad.
La calle del mariscal Foch, tal y como se rotuló y como se conserva, se encuentra en Benimàmet, paralela a la calle del Campamento, en un barrio muy aliadófilo, ya que allí también se rotuló y allí sigue la calle de Verdún, en recuerdo de la que fue una de las batallas más míticas de la I Guerra Mundial.

Luis Fernández Gimeno
Ingeniero Técnico en Topografía y Máster en Teledetección por la Universidad Politécnica de Valencia....




