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Agricultura

La Unió Llauradora de Alicante pide una prevención autonómica de incendios eficaz, con ayudas para contener las quemas

Su delegado territorial propone, en Hoy por Hoy Alicante, incentivar la ganadería extensiva y promover ayudas para cultivar franjas agrícolas limítrofes con áreas forestales

Alberto Travé, delegado territorial de la Unió Llauradora en Alicante, en Hoy por Hoy Alicante, sobre las quemas agrícolas, tras el incendio de Tárbena

Alicante

Controlado ya el incendio de Tárbena, los agricultores de la provincia defienden su manejo y experiencia en las quemas agrícolas, máxime tras el anuncio del Consell de prohibirlas hasta mediados de octubre, que luego ha tenido que rectificar, a petición de este colectivo, para permitir las que se produzcan a más de 500 metros de masas forestales.

Alberto Travé, delegado territorial de la Unió Llauradora en Alicante, en Hoy por Hoy Alicante, recuerda que ahora se encuentran en la primera poda de numerosos cultivos, y que las quemas de restos vegetales ya no son como antes.

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Sigue habiendo zonas donde no hay posibilidad de trituración, y la quema se hace imprescindible en ciertas parcelas, pero se siguen las recomendaciones estrictas, como son disponer de un punto de agua próximo, hacer franjas cortafuegos, o contar con el suficiente personal.

Pero proponen medidas que evitarían desgracias como este reciente incendio y que contribuirían a políticas de prevención comprometidas y eficaces que, hasta ahora no se están produciendo, dice.

Entre ellas, incentivar la ganadería extensiva, o ayudas, incluso de la PAC, para cultivar las franjas agrícolas que limitan con áreas forestales. Sería "un trabajo ecosistémico del que se beneficiaría toda la sociedad", explica.

Insiste Travé en que la prevención de incendios debe ser prioritaria para una administración autonómica y pide una política realista sobre el territorio para combatir el riesgo de incendios, porque el actual déficit de precipitaciones y los fuertes vientos provoca un elevado estrés hídrico en la vegetación, que la puede convertir en un polvorín para que arda fácilmente.

Recuerda que las zonas de interior están desfavorecidas, y que cuando se producen estos fuego, "provocamos un abandono mayor del campo y se dificulta la actividad agraria".

Cita el ejemplo del incendio en la Vall d'Ebo, causado por un rayo en agosto de 2022, que demostró que las fincas cultivadas actuaron como cortafuegos.

Dejar las podas en los campos sin quemar es imprudente, añade, porque actúan como combustible y facilitar la presencia de fauna silvestre que puede aumentar también el riesgo para los propios cultivos.

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