Estaba escrito...

Valencia

No hay mejor forma de ilustrar el momento actual que vive el valencianismo que la excepcional instantánea del reportero gráfico del Diario AS, David González, que encabeza este artículo.

Mestalla cargó ayer duramente contra el equipo, especialmente contra los dos jugadores a los que Corberán sustituyó a falta de media hora, señalándoles y poniéndoles en el foco. Una decisión que, o mucho me equivoco, o le pasará factura al entrenador de puertas para dentro del vestuario.

En el recorrido de Gayà hacia la ducha, dio media vuelta a Mestalla, con la cabeza gacha y aguantando el chaparrón. De ese momento que vivimos con tristeza y que contamos en directo en Carrusel Deportivo es la fotografía de la que les hablaba en el primer párrafo. El capitán del Valencia no tuvo esta vez gesto alguno hacia el respetable. Sí lanzó el balón al suelo en claro gesto de desaprobación hacia Corberán cuando vio el número 14 en la tablilla del cuarto árbitro. Iba a sacar de banda cuando el técnico pensó que la mejor opción para remontar el partido era sacarle del campo.

He estado revisando los tweets que publicamos cada día con los contenidos de SER Deportivos Valencia. El 1 de octubre, sí, el 1 de octubre, redactamos el siguiente texto en nuestras redes sociales: "Le daría un consejo a Gayà. Coge tu cuenta Instagram y pide dos cosas: perdón y ayuda. Cada día que pase sin haberlo hecho, será un día perdido. Y ese equipo frágil NO PUEDE perder a Mestalla". Estaba escrito y dicho lo que iba a pasar. Y nadie en el club ha hecho nada por evitarlo. Empezando por Gayà, que optó por el silencio durante todo el parón.

A la vuelta de las dos semanas de descanso, antes de jugar en Vitoria, puse el foco en la escasa cintura del Valencia a la hora de poner en marcha iniciativas para recuperar el cariño de la gente hacia el equipo. Lo de "escasa cintura" es un eufemismo periodístico que utilicé para evitar soltar lo que realmente pensaba. Y lo que pienso. Que es esto: han esperado a que el equipo ganara partidos para que eso cambiara las cosas y no han movido un puñetero dedo para que el asunto mejorara. No sé si por incapacidad, por miedo o por ignorancia. Puede que una suma de las tres.

Insisto: este equipo NO PUEDE perder a Mestalla. Y, a 26 de octubre de 2025, lo ha perdido por deméritos propios. Si un equipo justito de talento y personalidad pierde el cariño, la pasión, el fulgor y los 25 puntos al año de Mestalla... el final está escrito. Staff, jugadores y club deberían verlo igual de clarito que lo vemos todos los demás.