La Junta lanza una campaña para luchar contra el consumo de pescado inmaduro
La administración ha incautado cerca de 33.000 kilos de estos productos ilegales en la provincia
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Málaga
La Junta de Andalucía ha presentado hoy una nueva campaña contra el consumo de inmaduros en la provincia de Málaga. El objetivo de esta campaña es que descienda la pesca y el consumo de pescado inmaduro, que es el pescado que no alcanza la talla o el peso necesario para su consumo. Por ejemplo se establece en 2,5 centímetros las medidas mínimas para el consumo de chirlas y coquinas; de siete para cigalas y cañaillas; de nueve para boquerones y, entre otros, de 11 centímetros para sardinas.
En los último cinco años se han decomisado en la provincia de Málaga un total de casi 33 mil kilogramos de pescado y marisco inmaduro, y se han incautado 60 artes ilegales y 250 embarcaciones que operaban al margen de la ley para capturar especies que no cumplen con las tallas mínimas establecidas por la normativa. Así, el número global de expedientes sancionadores por pesca de inmaduros emitidos en Málaga ha ascendido en los últimos cinco años a más de 600.
José Luis Ruiz Espejo, delegado del gobierno andaluz en Málaga, ha explicado que existen varias "consecuencias negativas" sobre este tipo de pesca, destacando "el daño al medio marino, al sector pesquero que ejerce este trabajo de manera legal y que es un peligro para la salud del consumidor, ya que el pescado inmaduro no pasa controles de sanidad".
Como viene siendo habitual en los últimos años, esta campaña de verano contempla la instalación de puntos de información en playas y paseos marítimos del litoral andaluz. En el caso de la provincia malagueña estos espacios estarán abiertos al público de 10:30 a 14:30 recorriendo la localidades de Torrox, Vélez Málaga, Nerja, Málaga capital, Rincón de la Victoria, la Cala de Mijas, Estepona, Marbella, Torremolinos y, para cerrar el mes, Arroyo de la Miel.
Hay que recordar que las sanciones económicas por pescar, transportar o comercializar este tipo de pescado puede variar entre los 300 y los 60.000 euros dependiendo de los kilos y la gravedad del delito.
