Negociar a la contra

Alicante

Conociendo, como conocemos, el escaso calado ético del PP a la hora de utilizar el poder, nos llega ahora la sorpresa de su reacción ante la decisión real de ofrecer a Pedro Sánchez la gestión de la investidura.

Ha sido de cabreo -Sánchez se ha metido contra el PP, dicen infantilmente- y de revancha: ahora, cuando hasta este momento Rajoy no ha movido ni una pestaña, va a empezar a negociar con Ciudadanos.

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Mucho nos tememos que la negociación del PP con los partidos políticos va a ser a la contra, es decir, a convencerlos de que se nieguen a pactar con Sánchez, para que sus negociaciones fracasen.

El futuro de Rajoy depende del fracaso de Sánchez; si éste triunfa, Rajoy pasara al desván de la historia acusado, entre otras cosas, de tancredismo, de incapacidad de enfrentarse a los problemas y de intentar resolverlos. A Rajoy todo le ha venido dado sin que él haga nada por conseguirlo. Y en eso ha estado siempre. Y cuando algo no ha podido conseguir, es por culpa de los demás, como se ha cansado de decir al justificar su impotencia para consensuar acuerdos de nuevo gobierno.

Sería muy grave que el PP se dedique a torpedear las gestiones del líder socialista, pero la sospecha es inevitable cuando hasta ahora ha estado impasible. Esperemos que el partido de la derecha española tenga aun entre sus filas gente con principios morales y se opongan a estas mafiosas e inmorales maniobras.