Cuéntame de los chanchullos de los Alcántara

León

 Ni el guionista más creativo lo habría hecho mejor. La serie "Cuéntame cómo pasó" se ha visto obligada a dar un salto mortal de treinta años, con tránsito desde la recreada ficción de la movida madrileña de los ochenta, hasta la más cruda realidad de la corrupción de nuestros días. Hace unos cuantos meses, la actriz Pilar Punzano (Inés) se fue de Cuéntame denunciando que la productora, Grupo Ganga, cometía serias irregularidades en sus cuentas, que le pagaba menos de lo que declaraba oficialmente por su sueldo, y que Imanol Arias tenía la "mano muy larga". Antonio y Merche están investigados en la Audiencia Nacional por un presunto fraude a hacienda de más de dos millones de euros. Además, el patriarca de los Alcántara, el parriba, tiene una sociedad off shore en Panamá. Puede que este último episodio, en el que se pasa de la ficción novelada sobre un no tan lejano ayer al documental de hoy, refleje cómo es de verdad la sociedad española.

Es muy posible que gran parte de lo que conocemos como clase media se asimile más a Ganga y sus trapicheos que a la mujer que hace camas en un hotel de Sevilla a dos euros la hora. ¿Podemos haber llegado a ser tan despreciablemente cabrones en tan poco tiempo? A la vista de las encuestas electorales, parece que sí. Como dice Michael Moore, el miedo y la ignorancia generan mucha estupidez. Cuando arreglemos esto, irán mejor las cosas.