El Santuario de Estíbaliz en estado ruinoso a finales del siglo XIX

Vitoria

El estado de conservación del Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz en 1871 era francamente lamentable. Dos importantes archivos de nuestro territorio, el Municipal de Vitoria-Gasteiz (AMVG) y el del Territorio Histórico de Álava (ATHA), conservan algunas fotografías de Estíbaliz de finales del siglo XIX y principios del XX que son auténticas joyas y fieles testigos del estado en que se encontraba entonces.

Según Ricardo Becerro de Bengoa, que lo visitó en ese año -1871- acompañado de varios ilustres personajes, encontró el interior del templo en estado de abandono, en ruina y cerrado a las visitas, lo que evitaba afortunadamente de esta forma frenar su progresivo deterioro. No se estaba utilizando para otros fines pero le molestó a Ricardo una frase referida al templo utilizada por un colega; el edificio estaba en mal estado “pero no convertido en establo de ganados, como ha dicho no hace mucho un escritor ultramontano catalán.” – puntualizaba Becerro de Bengoa.

Por otra parte, la edificación situada a la izquierda de la entrada principal al santuario, lo que en su día había sido el antiguo claustro y casa del guarda, lo encontró convertido en una casa de labranza, uso que venía siendo continuado “desde hace muchísimos años”.

La imagen de la Virgen de Estíbaliz no se encontraba en su sitio habitual dentro del santuario, ya que había sido trasladada al pueblo cercano de Villafranca donde se conservaba “mutilada y vestida a la moderna”.

Actualmente la fiesta del Monasterio de Estíbaliz es el día 1º de Mayo y también lo era en aquella época, pero cuando Ricardo escribe esa crónica da cuenta de que ya no se celebraba la festividad.

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En la primera imagen que reproducimos del ATHA se confirman perfectamente los datos aportados por Ricardo Becerro de Bengoa. Vemos que en la portada del templo no estaban ya las campanas, que el alojamiento de una ellas había sido tapiado con una pared de piedra y que una pequeña parte de la pared izquierda no se encontraba cerrada con sillería como el resto, sino que se había tapado con tablones de madera, colocados en forma vertical.

El edificio adosado a la izquierda -que como indica Becerro de Bengoa fue el claustro y casa del guarda- continuaba utilizándose como casa de labranza. Se observa que con el tiempo se había añadido un saliente en forma de semicírculo. Se trata del horno para hacer pan, utilizado por el colono que habitaba la casa. Por otra parte, el arco de entrada que se conservaba en la fachada de la casa, nos recuerda su antiguo uso religioso.

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Una imagen de unos años después del AMVG, nos muestra el santuario casi exactamente igual. Solo detectamos una pequeña diferencia, que consiste en que los tablones que protegían una parte de la fachada izquierda de la iglesia habían sido sustituidos por una pared de piedra.

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Una fotografía del ATHA de 1904 nos muestra que a la espadaña que tenía dos alojamientos para las campanas se le había añadido por encima uno más. Con posterioridad este añadido sería retirado por considerarse -al parecer- que originariamente no existió.

De acuerdo con la anotación del ATHA, en esta foto aparece Federico Baraibar Zumárraga, quien fuera entre otras cosas alcalde de Vitoria entre 1897 y 1902 y Diputado General de Álava de 1909 a 1913.

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Manuel Díaz de Arcaya publicó en 1905 en la Revista ‘ParaTodos’, un extenso y detallado artículo referido al Santuario de Estíbaliz, del que reproducimos una de las imágenes sin fecha que aporta complementando el texto, en la cual se puede apreciar con más detalle el estado en que se encontraba la parte más importante del santuario.

El 15 de Agosto de 1924 se inauguró un nuevo edificio que ocupó 380 m2. de terreno; tenía tres plantas, una de ellas sótano, destinado a monasterio y hospedería. Las obras se sufragaron con las aportaciones de particulares. La inyección de dinero más notable la realizó quien fue máximo responsable de la Diócesis de Vitoria entre 1917 y 1922, el Obispo Leopoldo Eijo y Garai, y ascendió a 100.000 pesetas.

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La revista ‘La Hormiga de Oro’ publicó tres fotografías referidas a la nueva instalación y que realizó Enrique Guinea. En una aparece la fachada del edificio inaugurado, que no había sufrido ninguna modificación posterior en el exterior desde entonces. En la siguiente imagen aparecen los frailes que formaban la comunidad de benedictinos en aquel momento: Andrés Azkarate (Superior), Sabino Olalla, Frustuoso Nieto, Pablo García, Argimiro Aiala y Eugenio Gutiérrez. Finalmente la tercera foto nos muestra el cerro donde se asienta el santuario, en aquel momento desprovisto de masa arbórea; se observa que en esa fecha aún no se había eliminado la parte superior del campanario y que la planta primera del monasterio construido no estaba conectada con el coro del templo, como ahora ocurre.

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Finalmente mostramos una foto reciente que -al compararla con las antiguas imágenes- nos permite apreciar las rehabilitaciones realizadas y las nuevas construcciones llevadas a cabo a lo largo del tiempo.