La historia del doble exilio de Martín Domínguez
El empuje del profesor cordobés Pablo Rabasco saca del olvido la vida y obra del arquitecto vasco, al que Franco y el Ché Guevara obligaron a dejar España y Cuba por "demócrata"
Córdoba
El arquitecto Carlos Arniches proyectó en la provincia de Córdoba el poblado de colonización de Algallarín, en el término municipal de Adamuz, hasta el que llegaron habitantes de ese municipio, Pedro Abad, Guadalcázar y algunos agricultores de la capital cuyos terrenos fueron expropiados para la construcción de la Universidad Laboral. De ese proyecto destaca la Iglesia, las modestas viviendas y los espacios públicos. Fue la pista a seguir para una investigación que ha propiciado un proyecto de recuperación de la memoria.
“Vi que anteriormente (Arniches) estuvo asociado a un tal Domínguez cuyo nombre ya no aparecía”. Pablo Rabasco, profesor de Historia del Arte y director de Cultura de la UCO, decidió investigar quién era aquel arquitecto. Y encontró la historia de Martín Domínguez Esteban, nacido en 1897 en San Sebastián y cuya vida estuvo marcada por el exilio hasta su muerte en 1970.
El espacio donde actualmente se encuentra el Hospital de la Cruz Roja en Córdoba iba a ser ocupado por un hotel, al que esperaban que llegaran los turistas que iban a la Exposición Universal de Sevilla de 1929. Finalmente no se construyó pero formaba parte de esa intención de estos arquitectos por reformar la escasa y deficiente oferta de alojamiento en la década de los años 20 y 30. Sí construyeron en Córdoba la ya desaparecida Casa Murrieta, conocida como “La Alamiriya” (1925). Su arquitectura popular seguía bebiendo de su espíritu colectivo y social adquirido durante sus estudios en Madrid, en cuya Residencia de Estudiantes vivió Domínguez. “Ésa fue la base que marcó su tiempo y su obra”, afirma Rabasco.
El exilio borró su nombre y lo hizo en dos ocasiones. La primera fue en 1937 cuando, siendo republicano, abandonó España en plena Guerra Civil. Viajó hasta Cuba y fue en La Habana donde, tras “ocho años muy duros” empleándose como director teatral, articulista y otras profesiones alternativas, retomó la arquitectura. De la obra española cabe destacar el Hipódromo de la Zarzuela en Madrid, junto a Carlos Arniches y al ingeniero Eduardo Torroja.
De la cubana, el Edificio FOCSA de La Habana. Pero lo más llamativo era que su nombre no constaba. “Nunca le reconocen el título de arquitecto”.
La persistencia de Rabasco, que viajó a La Habana y EE.UU. para seguir el rastro de Martín Domínguez hizo que el proyecto saliera adelante. Una exposición en la Fundación ICO en Madrid ha recogido todo el trabajo y un libro queda como legado del proyecto. Editado en colaboración con Akal, este volumen está llamado a convertirse en "la referencia definitiva sobre los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez". Con 296 páginas y más de 440 ilustraciones, recorre y analiza exhaustivamente toda la obra de Arniches y Domínguez, antes y después de la Guerra Civil
Entrevista a Pablo Rabasco y Martín Domínguez Ruz. Exposición en Madrid por el exilio de Carlos Arniches y Martín Domínguez.
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El exilio de España se produjo por su condición de republicano y demócrata. En el caso de Cuba, tras el triunfo de la Revolución, “por los mismos motivos”, asegura en Córdoba Hoy por Hoy el hijo de Domínguez, Martín Domínguez Ruz, también arquitecto y que ha pasado por el programa antes de la presentación de ese libro, que tendrá lugar esta tarde a las 19:30 en La República de Las Letras.
Y ha relatado cómo fue el entonces Ministro de Hacienda de Fidel Castro, Ernesto Ché Guevara, quien le preguntó a Martín Domínguez en una cena por sus ideales. "Republicano, conservador y liberal”, respondió. Y tuvo que exiliarse de nuevo, esta vez a EE.UU.