Contra el olvido de los republicanos deportados

RIBERA DEL DUERO

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha solicitado a la presidenta de las Cortes de Castilla y León que el próximo 27 de enero, Día Internacional en Conmemoración de las Víctimas del Holocausto, esta institución rinda homenaje a los 318 castellanos y leoneses que fueron deportados a campos nazis, entre los que figuran 14 ribereños procedentes de diez municipios diferentes. Destacan dos nombres, por la relevancia pública que adquirieron sus historias, Matías Arranz Aparicio, de Vadocondes, que tras ser liberado dedicó el resto de su vida a denunciar el horror de los campos de concentración nazis hasta su muerte en 2008 y Saturnino Navazo, el futbolista de Hinojar de Rey, que salvó su vida porque a los oficiales nazis les cayó en gracia su habilidad con el balón y él supo aprovechar después este mínimo privilegio para ayudar a toda la colonia española en el campo de concentración y llegó a apadrinar a un niño judío del que se hizo pasar por su padre y del que se hizo cargo fuera del presidio una vez liberados ambos.

Todas las personas incluidas en la lista, según señala el colectivo que hace la propuesta, terminaron en los campos nazis por la colaboración que estableció el dictador español Francisco Franco con los fascismos alemán e italiano. Además de los dos ya mencionados, los otros deportados con origen en la Ribera del Duero que figuran en el mencionado listado proceden de Aranda (Conrado Ortuño Tejada y Jacinto Rubio Aparicio), Campillo de Aranda (José Arroyo Ayuso), Fuentecén (Marcos Martínez Guijarro), Fuentenbro (Germán de Diego Olalla y Miguel García Pecharromán), Quintana del Pidio (Fidel Balbás Salas), Roa (Francisco Arroyo Crespo, Félix Rubio García y Severiano Rubio García), Torregalindo (Gregorio Arriola Figuero) y Nava de Roa (Anatole Escudero Requejo). Excepto este último, que fue enviado a Dachau, todos los demás fueron prisioneros de Mauthausen.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica asegura que la deportación de republicanos españoles (a los que el franquismo retiró previamente la nacionalidad) no se entendería sin asociarla a su lucha en territorio español contra los ejércitos de Hitler, Franco y Mussolini por lo que “su destino se unió al de los millones de víctimas del Holocausto, perseguidas por los movimientos fascistas europeos”. Señalan que fue en España donde estos movimientos totalitarios iniciaron su proceso de destrucción de la democracia y eliminación del diferente.

Por todos estos motivos, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solicita a las Cortes de Castilla y León que el próximo 27 de enero la celebración de un acto de conmemoración en el que se lean los nombres de todas las personas castellano y leonesas que fueron obligadas a subir a los trenes de la muerte. La solicitud recuerda que muchas de estas personas no pudieron regresar a los lugares en los que habían nacido “porque la dictadura franquista les negó el derecho a vivir en su propio país”. En el escrito se ofrecen a aportar la documentación necesaria y a llevar a las Cortes a algunos familiares de estas personas para que reciban el reconocimiento que merecen por su sufrimiento.

Los solicitantes dicen que de momento no tienen respuesta de la presidenta de las Cortes, aunque afirman que Silvia Clemente ha remitido el escrito a todos los grupos políticos parlamentarios. Al parecer se trata de un trámite habitual cuando se solicita el homenaje del parlamento regional para garantizar el consenso.