Disminuye la comercialización de vino con DO Ribera en el primer semestre
La bajada se produce tras la drástica reducción de la cosecha en 2017, la más corta en 15 años

Hay menos vino de la Ribera del Duero en el mercado desde el pasado mes de enero / Cadena SER

RIBERA DEL DUERO
Disminuyen las botellas de vino de Ribera del Duero comercializadas durante el primer semestre del año 2018. A la drástica reducción de la cosecha de uva en 2017 le ha seguido una notable disminución del vino que las elaboradoras han puesto en el mercado, de forma que se ha cerrado el primer semestre de 2018 con la cifra más baja de contraetiquetas entregadas de los últimos seis años, rompiendo de esta forma el incremento progresivo que se ha producido en este periodo.
Desde el 1 de enero y hasta el 30 de junio de 2018 las bodegas de esta denominación de origen han puesto en el mercado 40.565.588 botellas de vino certificado, casi trece millones menos que en el mismo periodo del año pasado, que hasta ahora es el que tiene el récord de comercialización. La cifra es inferior también a la del primer semestre de los cinco años anteriores, aunque sí supera a las de 2012 y anteriores, años en los que duratne sus seis primeros meses no se llegó en ningún caso a los 40 millones de botellas puestas en el mercado.
Por lo que se refiere a los vinos que las bodegas de la Ribera del Duero han puesto en el mercado durante este último periodo la distribución por tipos mantiene la tónica habitual: más de las dos terceras partes, 28.154.213 corresponden a tinto joven y una cuarta parte, 9.950.118 a tinto crianza. Por detrás están las botellas de reserva, de las cuales las bodegas han puesto a la venta casi 1.600.000 mientras que es el rosado el que experimenta un mayor retroceso, siendo únicamente unas 590.000 botellas certificadas con etiqueta de la denominación las que se han puesto a la venta este trimestre. Como siempre son mucho más escasas las etiquetas solicitadas para los vinos más exclusivos, los grandes reservas, que se han quedado en 272.073.
En gran medida el descenso se explica en la reducción de cosecha que sufrió la Ribera del Duero la temporada pasada, la menor en cantidad de los últimos 15 años, marcada por la merma que sufrieron las viñas por la sequía y las heladas de primavera, aunque las bodegas contaban en sus barricas y almacenes con vinos de añadas anteriores, como la de el inmediatamente anterior 2016, que por el contrario, es el periodo anual que cuenta con el récord de producción, ya que en dicha campaña se recogieron 133.112.138 kilos de uva.
Otros datos
Lo que no ha dejado de crecer desde los inicios de la Denominación de Origen ribereña en el año 1984 es el número de bodegas inscritas, que ahora son 288, lejos de las 20 que comenzaron hace ya más de 30 años. También ha aumentado el número de hectáreas de viñedo incluidas en la Denominación de Origen: este territorio partió con cerca de 6.500 hectáreas, que se han convertido a día de hoy en 22.552, cuya titularidad corresponde a 8.220 viticultores. En este caso la cifra, que hasta mitad de la década pasada no había dejado de crecer, se ha estabilizado en los últimos años, experimentando incluso un ligero retroceso: el mayor número de viticultores inscritos se registró en 2006, cuando alcanzaron los 8.561, casi 350 más que en la actualidad.




