Javier Álvarez, cómo hemos cambiado

Fuenlabrada

Una década es mucho tiempo. En ocho o nueve años pasan muchas cosas, pero no las suficientes para hacer olvidar a uno de los grandes cantautores españoles que rompieron en los 90 y que marcaron a toda una generación que creció con sus letras y sus acordes. Es el caso de Javier Álvarez, que regresa después de un amplísimo parón discográfico con su disco ‘10’ y el single ‘El mar’, una joya de esas a las que nos había acostumbrado tiempo atrás y que empezamos a descubrir en 1995.

Sigue siendo todavía su gran himno. ‘La edad del porvenir’ fue un absoluto bombazo que llenó las listas de éxitos apenas un par de años después de que Álvarez agarrase una guitarra y se echase al monte. La radiografía que hacía de una generación que cada vez se parecía menos a la precedente caló muy hondo. Parece que fue hace siglos, pero por aquella época todavía se hacía la mili en España.

'Uno, dos, tres, cuatro' fue otro de los éxitos de un disco que llevaba el nombre de su autor y del que es difícil seleccionar una canción por encima de otra, una joya por encima de la anterior. Al año siguiente regresó con el disco ‘Dos’ y un estilo personal y susurrante mucho más consolidado gracias a temas como ‘Ella diciendo sí’.

Quien esto firma reconoce que este tema es elección personal, pero no podemos pasar por alto la canción que más repercusión tuvo del álbum y que de hecho abría el trabajo, ‘Sunset Bulevard’.

La fama fue incontrolable y desde luego llevó a Javier por caminos no recomendables de los que ha tardado en reponerse, no sin dolor. Pero lo ha hecho, y eso es lo importante. Sigamos recorriendo la discografía que nos lleva ahora a 1999 y a ‘Tres’, su tercer disco, con muchos elementos electrónicos que luego recuperaría con acierto en otros trabajos. Escuchamos ahora el tema que abría el LP, ‘Padre’, censurado o al menos obviado en muchos medios. Sólo escuchando la primera estrofa, uno se imagina por qué.

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Claro, después de lo de ‘pajillero’, ‘puta’, ‘rojo’ y ‘drogadicto’, parecía un contrasentido hacer una versión de‘El novio de la muerte’, la canción de la Legión. Pues toma, lo hizo, y con un gusto exquisito, en su siguiente trabajo.

Esto pertenecía a ‘Grandes éxitos’, un título al que le faltaba añadir ‘de otros’, porque en realidad no era una recopilación de canciones de Javier Álvarez, sino de versiones de temas que nos llevaban desde Michael Jackson a la Legión, de ‘Orzowei’ a ABBA o de Schubert a Perales con este ‘Por qué te vas’ que cantó originalmente Jeanette.

Desde entonces ese ente despiadado que llamamos ‘industria musical’ dio la espalda al torrente de talento de Álvarez, al que no podía controlar y que seguía haciendo lo que le daba la gana. Su quinto disco llegó en 2003, ‘Tiempodespacio’ se llamó, y no obstante seguía con el respaldo de una multinacional como Warner. Uno de los temas destacados, despiadados con eso que decíamos de la ‘industria’, era ‘Ni na no’.

Diez años después de su repentina y exitosa aparición, en 2005, decidió arriesgarse y publicar un doble disco con 25 temas en los que mantenía su reconocible estilo pero con el añadido de la experiencia que da una década sobre los escenarios. ‘Caro diario’ fue la elegida para abrir esta colección.

Viajemos ahora hasta 2009, cuando algún optimista pidió un deseo a quién sabe qué genio para que Javier Álvarez formase equipo con el poeta Pablo Guerrero. Deseo concedido: ambos firmaron un disco, música del primero y letra del segundo, que no tiene desperdicio. En ‘Pido a las nubes que alientan mis poemas’ podíamos escuchar también la voz del escritor.

Desde entonces los focos han estado muy apartados de Javier, pero eso no significa que él estuviera en absoluto silencio. Nos vamos a despedir con el tema ‘Tornasol’, que forma parte de su proyecto paralelo ‘Las Maris’, junto a la vocalista y teclista Nieves Arilla.