La participación ciudadana en las Juntas de Distrito resquebraja el Gobierno local

Valencia

Nuevo desencuentro en el seno del Gobierno local. València en Comú denuncia que sus socios, PSPV y Compromís, han paralizado por segunda vez en Junta de Gobierno la aprobación del nuevo Reglamento de Administración Municipal por el que se regulan las Juntas de Distrito. El punto de discordia, según la formación, es la creación de una vocalía ciudadana, que supondrá un tercio del total de la composición de la junta. Es decir, el órgano que ahora se reparten de forma proporcional los grupos municipales pasaría a tener una nueva figura en la que estén representados los vecinos, las AMPAs y las asociaciones culturales y deportivas del distrito.

Desde València en Comú aseguran que esta vocalía ciudadana ya funciona en otras ciudades como Madrid o Sevilla, y que es necesaria porque ahora los consejos de distrito son un mero instrumento político en el que los vecinos son espectadores. Con la composición actual del hemiciclo, de las 6 vocalías del gobierno y las 5 de la oposición actuales pasaría a haber 4 del gobierno, 4 de la oposición y 3 para los vecinos.

La portavoz de la formación morada, María Oliver, cree que las resistencias de sus socios de gobierno vienen motivadas porque se perdería el control político de estos consejos. Oliver asegura que es una cuestión innegociable, alude a que es una un compromiso explícito del Pacte de la Nau y a que el borrador del reglamento ya se ha consensuado con todas la partes.

Fuentes del grupo municipal de Compromís aseguran a la SER que este viernes se ha paralizado la aprobación del reglamento a la espera de unos informes que los socialistas pidieron para conocer la afección que puede tener esta medida: si implica la contratación de más personal o más recursos económicos. Algo que València en Comú ha negado. De hecho, creen que el reglamento se podría ejecutar mañana mismo. Y Compromís también ha preferido esperar a esos documentos. La formación está a favor de las vocalías ciudadanas y de la descentralización pero hay que ver cómo se escogen para que sean representativas de todo el tejido asociativo. De hecho, recuerdan que una concejalía de su partido ha hecho el primer reglamento para la autogestión vecinal de los huertos urbanos.

Por su parte, la portavoz socialista, Sandra Gómez, pide a València en Comú que sea riguroso a la hora de tomar decisiones porque después de tres años y medio gobernando saben que cualquier decisión política tiene un impacto en el presupuesto.

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Gómez asegura que no es momento de que la izquierda se pierda en debates intrascendentes y hay que sumar fuerzas progresista para frenar la ultraderecha.  Las asociaciones vecinales que luchan desde hace 40 años, dice, son los que representan a la ciudadanía y no los círculos de Podemos.