
Zaplana y Cotino, a los pies de los caballos
El caso Erial está llamado a reescribir el inicio de la historia de la corrupción del PP en la Comunitat Valenciana
Todo lo que va revelando el sumario del Caso Erial, con las investigaciones de la Guardia Civil y de la juez de instrucción, deja a Eduardo Zaplana y a Vicente Cotino a los pies de los caballos, por mucho que se declaren inocentes. Una presunción que -en cualquier caso- se debe respetar.

Este último, el exdirector general de la Policía, "el Roldán del PP" -como le denominaban los investigadores-, y también su familia, ha tenido un papel transversal en buena parte de las tramas corruptas descubiertas a lo largo y ancho de esta autonomía e, incluso, fue señalado por Barcenas, como contribuyente a la caja B nacional.

Pero es que, de forma paralela o consustancial, los Cotino hacían este tipo de suculentos negocios -gracias a concesiones de la Administración- mientras desde su posición de control del sector demócrata cristiano apoyaban a quien más les interesaba para presidir el partido y la Generalitat.
Por lo tanto, el caso Erial está llamado a reescribir el inicio de la historia de la corrupción del PP en la Comunitat Valenciana.
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