No hay Pascua sin dulce

Valencia

La gastronomía valenciana también tiene su sección en Semana Santa y además es muy variada. Los hornos valencianos trabajan a ritmo frenético con la vista puesta en el cielo porque la climatología y la estacionalidad son clave para obtener unos buenos resultados, que parece que el temporal va a empañar.

La variedad de productos que se confeccionan son inabarcables y las pequeñas pastelerías de los pueblos, sobre todo, hacen su particular agosto estos días porque cada municipio tiene sus tradiciones. El panquemado, el pa d'ou, la coca de pasas y nueces, la toña, o el arnadí, que ha ido desapareciendo de la ciudad pero se mantiene en lugares como Xátiva, son algunos ejemplos.

Pero si hay un producto estrella en una de las campañas más importantes del año para los panaderos es la mona, un producto "brioche" (que no lleva mantequilla) y que cada vez más adopta distintas variantes. Una tradición que llega a nuestros días por parte de los árabes, que nos dejaron mucho de nuestra 'cultura de dulce'.

El presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, Juanjo Rausell, explica que las monas cada vez aparecen antes en supermercados y grandes superficies, mientras que en el sector apuestan por no ser agresivos con las campañas para no desgastar los productos. Rausell añade que la tradición de reventar el huevo duro en la frente de otra persona se está perdiendo: más de la mitad de las monas que se venden ya llevan el huevo de chocolate a petición del cliente.

Escucha la entrevista a Juanjo Rausell, presidente del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Valencia, en Hora 14 CV.