Madrid: la suma de todos
El PP puede perder el gobierno de la Comunidad por primera vez en 24 años. Todos necesitan una amplia movilización pero en la izquierda temen las consecuencias de la fragmentación
Madrid
Nunca, desde que en 2003 Rafael Simancas acaraciara la presidencia de la Comunidad de Madrid, la izquierda ha tenido tan cerca recuperar el poder en la Puerta del Sol. Con la salida en 1995 de Joaquín Leguina y a excepción del oscuro episodio del 'Tamayazo', el PSOE solo ha acumulado tropiezos electorales consecutivos. Una tendencia que podría cambiar este domingo.
Ángel Gabilondo es el favorito en todos los sondeos este 26 de mayo pero hay dos elementos clave que convierten esta cita en incierta y previsiblemente muy ajustada. El primero, la movilización de un electorado con síntomas de cansancio tras dos elecciones consecutivas. El segundo, los riesgos que conlleva la fragmentación de las marcas electorales de la izquierda tras el divorcio de Errejón con Podemos.
El recuento de esta noche será largo en un tablero en el que Ciudadanos ha pisado el acelerador en campaña para desplazar electoralmente al PP y consumar el 'sorpasso' de las generales en la región. Un movimiento que no se tiene porque repetir ya que la implantación municipal del PP sigue siendo muy importante y su maquinaria es muy potente en los ayuntamientos. Está por ver todavía si el efecto Vox se desinfla, como ocurrió en abril, cuando la extrema derecha no logró en Madrid los buenos resultados que esperaban.
Las tres formaciones de derechas han hecho encaje de bolillos para evitar matarse mutuamente en campaña. Más allá de los reproches de los mítines, las acusaciones de cobardía de Vox dirigidas al PP, la sonora fuga de Ángel Garrido a las filas naranjas, unos y otros se han cuidado de no asestar al contrario un golpe mortal. Se necesitan y a Ciudadanos tampoco le interesa que los populares sufran un descalabro.
La última oportunidad de la izquierda
A pesar de las diferencias y la fragmentación, el bloque de izquierdas asume que solo con consenso -el que no han tenido para mantenerse en el mismo proyecto político- se logrará un gobierno de cambio en Madrid.
De acuerdo en muchas cuestiones, el abanico ideológico de la izquierda recoge muchos elementos comunes en la gestión de la sanidad, la educación o los servicios sociales pero también serias diferencias en cómo encarar las grandes operaciones urbanísticas o la relación con las empresas privadas que participan en los servicios públicos.
Gabilondo no rechaza la educación concertada o las donaciones de grandes empresarios a la sanidad e Isa Serra (Unidas Podemos) propone la expropiación para recuperar los pisos públicos malvendidos a los fondos buitre que no es una fórmula bien vista por los socialistas y el candidato de Más Madrid. Diferentes sensibilidades también condenadas a entederse en un marco de negociación marcado por los acuerdos a nivel nacional que todavía debe cerrar Pedro Sánchez y que condicionarán, casi seguro, los pactos futuros en los distintos territorios.
Estas elecciones son además, la primera y última prueba de fuego para el matrimonio electoral Carmena-Errejón. Ella accedió a repetir y él se agarra a su figura carismática para impulsar un proyecto político en el que se han quedado dentro los concejales y diputados que han entendido mejor que gobernar no es lo mismo que hacer oposición.
La fractura preocupa y mucho a Gabilondo o a Errejón que temen que Unidas Podemos no logre un buen resultado, lo que podría complicar la viabilidad de un cambio de gobierno. En el Ayuntamiento de Madrid, el caso se repite con Carlos Sánchez Mato (Madrid en Pie), al que todos los sondeos dejan fuera de Cibeles, de ahí que Carmena haya pisado el acelerador durante la última semana pidiendo el respaldo para una opción útil y con posibilidades. Los votos de Madrid en Pie, corren ahora mismo de perderse por el sumidero.
Carmena quiere culminar su proyecto
El "todos contra Carmena" que se visualizó en los distintos debates municipales celebrados, es una representación del sentimiento en la calle. Carmena despierta fibias y fobias. Adorada o repudiada por los madrileños, ella es el blanco de PP, Ciudadanos y Vox. Todos han emprendido una cruzada contra su gestión de esta legislatura, críticas no exentas de cierta sobreactuación y no siempre con datos contrastados.
El PSOE teme una pérdida en la capital en favor de Carmena porque el ticket Carmena-Gabilondo vuelve a ser uno de los favoritos de los votantes de izquierdas. Los socialistas viven con mucha incertidumbre esta jornada, con un candidato nuevo y sin experiencia en política. Pepu Hernández se ha apoyado en campaña en Pedro Sánchez que le ha respaldado al menos en tres paseos y en muchos mítines. El objetivo es sumar y si los socialistas logran entrar en el futuro gobierno municipal, un posible retroceso electoral quedará maquillado por un PSOE que se puede sentar de nuevo en las juntas de gobierno. Pepu Hernández tiene buena sintonía con Carmena y a otros niveles, los equipos de ambas formaciones han llegado a acuerdos importantes durante la pasada legislatura.
Las otras batallas municipales
Aunque la capital acapara buena parte de la atención, hay territorios importantes en los que habrá que observar los resultados. Feudos tradicionales del PP, como Pozuelo, Majadahonda, Las Rozas... en los que hubo 'sorpasso' en el 28A y donde está por ver si se mantiene el crecimiento de los naranjas.
Estas elecciones son también el primer examen electoral para los llamados ayuntamientos del cambio, salidos de las urnas en 2015. El cinturón -de nuevo- rojo del sur debe reconfirmar alcaldías ganadas por la izquierda hace cuatro años en grandes municipios como Móstoles y en el corredor del Henares, queda pendiente la batalla por Alcalá, donde no está nada claro que los socialistas puedan mantener el poder..
Y aunque la corrupción ha sacudido con menos intensidad la vida municipal en la región, el foco electoral de la noche también tendrá que situarse en Arroyomolinos (escenario del primer escándalo de Ciudadanos), San Fernando de Henares o ver qué ocurre en Torrelodones, donde el PP intentó apartar al partido independiente que gobierna desde hace ocho años y en el que tras el relevo de cartel, está por ver si Vecinos por Torrelodones logra o no mantener el poder.
Más emoción, imposible. Nos espera una noche electoral larga y semanas complicadas de sumas y restas para llegar a acuerdos antes de que se constituyan los ayuntamientos y la Asamblea de Madrid.
Javier Casal
Presento el informativo Hora 14 en la SER. Durante 11 años estuve al frente de la actualidad de Madrid...