Villarejo de Órbigo puntero en investigación bioeconómica

León

Todas las soluciones están en la naturaleza, en sus diferentes formas de vida. El lúpulo, la castaña, la remolacha o el maíz, por citar algún ejemplo, disponen de elementos que, tras el oportuno proceso de separación y tratamiento politécnico, se convierten en preciados biocombustibles, antioxidantes, nutrientes y otros principios que contribuyen a mejorar la vida sin, o con escasos efectos secundarios. La cadena de producción con criterio científico, permite un aprovechamiento versátil y sostenible de la producción agrícola.

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En el Centro de Villarejo de Órbigo, dependiente de la Consejería y Agricultura de la Junta de Castilla y León, además, se logran descubrimientos que pueden ayudar a las empresas abrir nuevas líneas de negocio con absoluto respeto al medio ambiente. La demanda de la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria es real, falta la apuesta por fructificar los recursos naturales y los medios que la administración dispone. Rebeca Díez Antolínez, la ingeniera química que dirige la entidad, está decida a conseguirlo y, sin duda, su amplia experiencia en el campo de la valorización integral de residuos agrarios y agroalimentarios, son la mejor garantía de éxito.