Thomas Cook o el complejo mundo que nos ha tocado vivir

Alicante

El desplome del turoperador Thomas Cook y sus consecuencias son un exponente de la complejidad del mundo que nos ha tocado vivir.

Puedes tener una hipoteca y tu banco decide venderla a cualquier fondo de inversión. O vives en una vivienda de alquiler y, de repente, le tienes que pagar la mensualidad a un fondo buitre que lo primero que hace es subirte la renta porque tiene que atender las exigencias de sus accionistas, que igual son una agrupación de pensiones de Irlanda.

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O un día tu jefe es un empresario de la Vega Baja que se dedica al cultivo del cannabis y al día siguiente una multinacional canadiense que cotiza en bolsa y que, por supuesto, desconoce que la zona ha sufrido una gota fría.

También hay quien asegura que la caída de Thomas Cook se veía venir, pero que el gigante era tan grande que el miedo a las consecuencias del derrumbe iba a ser suficiente para que se evitara. Al final, no ha sido así y todo apunta a que su principal inversor, una compañía china, no ha aceptado el rescate.

Ya ven, vivimos en un mundo cargado de intereses económicos cruzados que responden a una lógica que se nos escapa.

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