'Los otros' enterrados en el Valle de los Caídos que llegaron del sur de Madrid

Fuenlabrada

Sólo en la primera fase de traslado de cadáveres al Valle de los Caídos hubo más de 7.000 cuerpos provenientes del sur de Madrid, muchos de fosas comunes, que llegaron al recién inaugurado mausoleo. Es lo que se desprende de un estudio de la doctora Queralt Solé i Barjau de la Universidad de Barcelona, publicado en 2009 en la revista Hispania Nova y puesto ahora de relevancia.

Una investigación que refleja el procedimiento por el que en 1958 las autoridades franquistas dieron órdenes a ayuntamientos y parroquias para que hicieran un recuento de los enterramientos en sus términos municipales, ya fueran, literalmente, ‘héroes’, ‘mártires’ o ‘rojos’. El objetivo era trasladar a todos los caídos en la Guerra Civil al monumento que el régimen quería inaugurar al año siguiente, si bien se señalaba la necesidad de contar con la aprobación de la familia de los asesinados.

En esa relación de cuerpos que llegó en una primera fase, hasta abril de 1959, destacan los miles de cadáveres exhumados en el sur de Madrid para ser trasladados. La inmensa mayoría desconocidos y muchos de ellos del bando republicano, fusilados y enterrados en fosas comunes, aunque también soldados abatidos en el frente: 1.000 cuerpos llegaron de Ciempozuelos, 1.500 de Getafe (Perales del Río fue un activo punto del frente) y 4.750 de Griñón (el colegio de La Salle acogió un ‘hospital de sangre’ donde fallecieron miles de soldados). También de Valdemoro, aunque el número no se especifica. En cualquier caso, la mayoría fallecieron en el sur de Madrid pero muy lejos de su lugar de origen. Cabe recordar que de los cerca de 34.000 cuerpos que el Valle de los Caídos tiene registrados, 13.000 están sin identificar.

El presidente de la Asociación de la Memoria Histórica de Getafe, José Luis Sánchez del Pozo, ha recordado que la mayoría de víctimas enterradas en Cuelgamuros no tienen nombre, como ocurre con los 1.500 que fueron trasladados desde Getafe, en concreto del antiguo cementerio de la Concepción, ya desaparecido, que a su vez provenían en gran número de una fosa ubicada en el kilómetro 14,100 de la carretera de Toledo y víctimas de las batallas de noviembre de 1936 que certificaron la caída de Getafe para pasar al bando sublevado.

También hemos hablado con el cronista oficial de la villa de Griñón, Jose Golderos, que detalla cómo se decía antiguamente que muchos vecinos se enfadaron porque nadie les informó de aquella masiva exhumación del cementerio del hospital de sangre, en el que había brigadistas, voluntarios o soldados del ejército sublevado que no se recuperaron de sus heridas.

El estudio de la doctora Solé i Barjau refleja casos concretos de soldados, fundamentalmente del bando sublevado, que sí estaban perfectamente identificados. En este apartado llegaron, en la primera fase de traslados, cinco cajas individuales con cadáveres de Getafe, una caja de Fuenlabrada, una de Parla y dos de Valdemoro. Y se recogen algunos procedimientos de exhumaciones como la de cuatro cadáveres en Leganés, uno de los cuales fue el de Melitón Castaño de la Vega, enterrado en el patio del Pilar y cuyo desenterramiento tuvo acta oficial el 17 de marzo de 1959. En Leganés precisamente la familia de uno de los fallecidos dio marcha atrás y retiró el permiso para el traslado a Cuelgamuros después de que el cadáver apareciera “intacto y momificado”.