La exhumación pendiente de un represaliado en Tarancón que ya no podrá ser

Cuenca

Los familiares de las víctimas del franquismo han vivido con especial emoción la reciente exhumación de los restos del dictador. La familia de María Josefa Ávila, de Tarancón, ha pedido que se aplique con todo su rigor la Ley de Memoria Histórica y terminen de exhumarse los restos de muchas víctimas enterradas en fosas comunes. Nos lo ha contado en Hoy por Hoy Cuenca.

Su abuelo, Avelino Gómez Morillas, natural de Tarancón, fue fusilado en junio de 1939 al terminar la Guerra Civil. Fue enterrado en el cementerio municipal de esta localidad en una fosa junto a otros once fusilados. La fosa desapareció tras una remodelación que se hizo en el camposanto en los años 70. La familia quiere recuperar los restos para enterrarlos junto a su mujer y sus hijos.

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María Josefa Ávila nació en Francia, a donde tuvo que emigrar la familia. Es profesora de Historia y cree que “es muy positivo que por fin se hayan sacado los restos del dictador de un panteón de Estado”.

Su familia inició el proceso para recuperar los restos del abuelo Avelino tras ver un documental sobre memoria histórica. Después, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Cuenca fue quien les dio información oficial sobre el fusilamiento. A su abuelo se lo llevaron un grupo de falangistas en abril del 39 y a la familia nunca se le dio información sobre su paradero.

María Josefa tiene previsto visitar Tarancón acompañada de sus alumnos este año para estudiar este negro episodio de la Historia de España.