La tormenta perfecta: una crisis global y globalizada

Alicante

El maremoto económico asociado alcoronavirus ha llegado en la que suele ser una buena época para el empleo -por las contrataciones de los servicios por la Semana Santa- y en un buen momento de la construcción.

No obstante, antes de conocer los datos oficiales del desempleo, ya sabíamos que la economía alicantina no iba a pasar la prueba de esfuerzo. Y sé que esta afirmación es una boutade. Conocíamos nuestra fragilidad. Pero también es una frivolidad culpar de esta debacle excepcional a las medidas adoptadas por el Gobierno central.

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Lo cierto es que estamos ante una tormenta perfecta, ante una crisis global y globalizada. En nuestro país se han destruido tantos empleos en 14 días como durante los peores 100 días de la crisis de 2008 y 2009.

Ante esta situación excepcional se requieren medidas excepcionales para que cuanto antes nuestra economía deje la hibernación y todo se ponga en marcha.

Y luego, cuando todo esto pase, habrá que plantearse las debilidades estructurales de nuestra economía, modernizarla, retener talento y darnos cuenta de la necesidad de tener un estado fuerte y preparado -a todos los niveles- ante las nuevas amenazas.