Los hosteleros auguran una reapertura "catastrófica" si el Gobierno no concreta mejor las medidas y ayudas

Alicante

A los hosteleros de Alicante no les ha sentado nada bien el avance de las fases de la desescalada para la vuelta a la nueva normalidad, anunciado ayer martes por el Gobierno central en éste y otros sectores.

ARA, la Asociación de Restaurantes de Alicante y otras asociaciones hosteleras de Alicante, como ALROA, que agrupa a los locales de Restuaración y Ocio de Alicante, o APEHA, los hosteleros de la provincia, han elaborado un comunicado conjunto para quejarse de que esas medidas han sido "precipitadas, con falta de consenso y muchas incógnitas todavía por despejar".

Recuerdan que ellos fueron los primeros el pasado 13 de marzo en pedir el cierre de sus establecimientos para evitar contagios, y que ahora quieren que cuando se reabra, a partir del próximo 4 de mayo para el reparto de comidas a domicilio, se puede hacer con garantías y con claridad en los protocolos.

Por ejemplo, no entienden por qué el criterio base es la reducción de un tercio del aforo en la apertura del interior de los locales, en lugar de tener en cuenta las dimensiones de los locales para exigir distancias, que tampoco se hable de colocar mamparas, que se deje en un 30% la ocupación de las terrazas en una primera fase que arranca el próximo día 11, o el que sigan a día de hoy sin poder aclarar a sus empleados si podrán ir rescatándolos con ERTE flexibles. Para César Anca, presidente de ARA, si el Ejecutivo no especifa más, el cierre de establecimientos podría ser catastrófico.

Insisten en que abrir con limitaciones de aforo superiores al 75% "supone el cierre definitivo o la ruina a corto plazo del sector" y reiteran al Ministerio de Trabajo que especifique en qué términos se realizará el mantenimiento de los ERTEs.

Creen preciso un plan específico combinado de ayuda al sector y apertura razonada, en función de tipos de licencias y emplazamientos y que el proceso de desescalada se acompañe de medidas laborales, fiscales y sanitarias, puesto que aún no han recibido "ni una sola ayuda específica y las prometidas no se concretan", señalan.

Y también solicitan al Gobierno disponer de los EPIS e hidrogeles necesarios para que los establecimientos de hostelería puedan retomar la actividad a partir del 4 de mayo. Al comunicado se suma también la Asociaciación de Hosteleros de Elx y AORE, la Asociación de Ocio Responsable de Elx.

Facpyme

A las críticas a la decisión gubernamental se suma la Federación Alicantina de Comercio, FACPYME, que ha recibido este miércoles innumerables consultas y quejas por la "gran incertidumbre e inseguridad jurídica" producida por el anuncio de las distintas fases de desescalada para poder ejercer la actividad comercial

La mayoría de estas consultas han sido en la línea de las medidas mínimas de seguridad sanitaria, tanto para el empresario y trabajadores, como para los clientes que accedan al establecimiento. No se sabe si serán de obligado uso las mascarillas, pantallas faciales, geles hidroalchólicos o mamparas protectoras.

Por otro lado, dado que está previsto que la apertura del pequeño comercio se posibilite en la denominada fase 1, se desconoce si habrá posibilidad de abastecimiento de estos productos, dada su escasez y precio elevado, así como el tiempo suficiente para la desinfección de los locales.

Además, aquellas empresas que han solicitado un ERTE no saben si podrán ir incorporando progresivamente a sus trabajadores en función de la demanda y necesidades de la empresa. O aquellas empresas que, siendo una sola sociedad, con establecimientos en distintos municipios, podrán abrir una tienda o se le obligará a aperturar todas las pertenecientes a esa empresa.

Desde FACPYME consideramos que la incertidumbre empresarial y social, sumada al miedo a salir de los hogares por una la falta de posible seguridad sanitaria en los establecimientos, puede ser el "gran enemigo" de este intento por normalizar poco a poco la vida económica y social de las ciudades.