La ciencia establece en dos mil el número de asteroides "potencialmente peligrosos"
Con dimensiones de entre 100 metros y un kilómetro, ninguno de ellos está previsto que impacte con La Tierra pero "hay que estar preparados"
La Ciencia ya prepara una colaboración EE.UU y Europa para una misión de defensa en 2021
Didymos (asteroide grande) y Dimorphos (el pequeño) / ESA – SCIENCE OFFICE - Archivo (EUROPA PRESS)
La Palma
El impacto de un asteroide con La Tierra “sucede todos los días”. No lo advertimos porque son pequeños restos que se funden al entrar en contacto con la atmósfera, pero el tamaño es directamente proporcional a su capacidad de destrucción. Julia de León, científica del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) establece en dos mil el número de los considerados potencialmente peligrosos. Pero lanza un mensaje de tranquilidad, a día de hoy no se ha detectado ninguno cuya trayectoria haga pensar en un impacto con La Tierra.
Sin embargo, insiste Julia de León, “hay que estar preparados” e invertir en Ciencia para seguir observando y localizar más asteroides. De entre los que miden entre 100 metros y un kilómetro se calcula que solo están detectados un 30 por ciento. Hay otro 70 por ciento que se sabe que están ahí, pero no se han detectado y su impacto podría suponer un riesgo no global pero sí en el ámbito territorial del impacto.
Las probabilidades de que algo así sucede son pocas “pero sucede”. En 1908 el impacto de una roca de unos 150 metros generó la devastación de un área de 2.200 kilómetros cuadrados en Tunguska (Siberia), fue un 30 de junio por lo que se estableció esta fecha como Día Internacional de los Asteroides. A esto hay que sumar que las tres cuartas partes del planeta son mares y océanos y en la cuarta parte restante muchas áreas están despobladas. Sin embargo “sucede”, insisten.
Un proyecto de colaboración entre la NASA y la Agencia Espacial Europea, tiene previsto lanzar una misión técnica de defensa ante una posible amenaza. En julio de 2021 está previsto lanzar una nave de 650 kilos para impactar contra un asteroide binario. El objetivo es una roca de 160 metros de diámetro que orbita alrededor de otra de 800 metros para desviar su trayectoria. El impacto está previsto que se produzca el 30 de septiembre de 2022. Y es que, como advierte Julia de León, el margen para actuar desde que se detecta a que se pone en marcha un protocolo para desviar su trayectoria, está entre los 5 y los 10 años, tiempo que se calcula necesario para la construcción de los dispositivo y naves necesarias para impactar contra el asteroide.
