Asunción de Nuestra Señora: Unión y amor por el vino

Aranda de Duero

Con el apoyo del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero, nos hemos adentrado en la historia de la Bodega la Asunción de Nuestra Señora, que se localiza en la localidad de Gumiel de Izán. Con una historia amplia, esta bodega ribereña se caracteriza por el apoyo mutuo, el cooperativismo como fórmula para garantizar el éxito. Con más de 50 años a sus espaldas, fueron 300 los socios viticultores de la localidad gomellana los que decidieron dar el paso y fundar esta bodega, como cuenta una de sus portavoces, Viñas Pérez. “Esta bodega es de 1963, unos 50 socios comenzaron y ha subsistido hasta hoy en día. El cooperativismo es lo que ha mantenido población, aquí los agricultores querían que sus vinos tuvieran más influencia y la solución era juntarse, comercializar su vino y venderlo desde aquí. El vino sale de unas cepas centenarias, que dan los mejores caldos”, especifica.

Tras varias remodelaciones y ampliaciones, esta bodega que cuenta con más de 2.000 metros cuadrados de superficie de elaboración, se caracteriza por mantener y aunar ese apoyo maridado con la tradición. “Yo destacaría fundamentalmente ese cooperativismo, el grupo que se forma para trabajar en conjunto y de una forma coordinada, para que no se abandonen esos viñedos que cuidaban los abuelos, y muchas veces se funciona con esa nostalgia de mantener el viñedo de una cepa centenaria que es sabia y que da el caldo que tiene que dar, una cepa vieja se trabaja y vendimia se trabaja a mano, da más trabajo pero es importante que la cepa vieja de la cantidad que tiene que dar y con la calidad que tiene que dar, habría que ser muy tonto para hacer vinos malos con cepas buenas, aquí sabes que tienes un buen vino y es verdad”, reconoce Pérez.

Ampliar

En sus más de 220 hectáreas de diversas variedades, con una media de edad de 80 años en sus plantaciones de tipo ‘vaso’ y la recolección de uva manual, los vinos elaborados por la Asunción de Nuestra Señora se convierten en creaciones exquisitas sobradamente conocidas en toda su área de influencia. Con Viñas Pérez precisamente, repasamos los vinos que crea la bodega ribereña. “Nuestra marca principal es Morozán, y tenemos toda la gama de vinos, el joven, un rosado espectacular, el de 4 meses en barrica, tenemos crianzas, un reserva que es un fuera de serie, pero yo destacaría un vino que se hace con cepas centenarias, se le cuida, y es para mi gusto el mejor vino que tenemos en la bodega que se llama Centenario”, afirma la portavoz de la bodega.

Los socios de esta cooperativa, símbolo e insignia de Gumiel de Izán, van a seguir brindando con esos fabulosos vinos para pedir por otros 20 años más. Viñas tiene muy claro el vino con el que brindar. “Según las circunstancias, la comida… El reserva es muy bueno pero el de viñas centenarias es mi preferido, es el que más cuidamos y mimamos”, especifica.

Un día más seguimos descubriendo, analizando, y explorando la grande riqueza vitivinícola de nuestra comarca. De una Ribera del Duero tan especial. De una bodega tan propia, tan tradicional, tan popular como La Asunción de Nuestra Señora. Cojamos la copa y dispongámonos a brindar, porque con un Ribera en la mano, los mejores momentos son los que están por llegar.