Estos serían los beneficios de que la principal entidad bancaria de España tenga su sede en València

Valencia

El director del Instituto Valenciano de Finanzas, Manuel Illueca, ver razonable que la sede de la entidad que resulte de la fusión entre Caixabank y Bankia, si finalmente se produce, se mantenga en València, ya que tanto Caixabank como Bankia ya tienen la sede social aquí y "favorecería el equilibro territorial de los dos bancos", con sus centros de poder en Madrid y Barcelona. Illueca explica que tener en València la sede social beneficiará a la Comunitat en muchos aspectos: habrá más capacidad de interlocución con el principal banco de España y, a largo plazo, se puede traducir en la instalación de nuevos servicios centrales.

Aunque recuerda que la sede operativa de Caixabank está en Barcelona y la de Bankia en Madrid, tener en València la sede social favorece al PIB de la economía valenciana, ayudará a atraer inversiones ya que además de esta nueva entidad, Sabadell también tiene sede en la Comunitat: en la ciudad de Alicante. Illueca habla de beneficios, sobre todo, indirectos, y a largo plazo, cuando se tengan que buscar emplazamientos para nuevos servicios.

Podría ser definitivo

A nivel fiscal no habrá tantos beneficios porque los impuestos que pagan las entidades bancarias son de carácter estatal y, por tanto, todos van al Gobierno de España, que los distribuye más tarde.  Para las inversiones, en cambio, sí que puede ser relevante el hecho de que la primera entidad bancaria española tenga su sede en València. 

Illueca también destaca que si finalmente València se convierte en la nueva sede, la decisión será definitiva. Recordemos que la sede de Caixabank se trasladó en 2017 de Barcelona por la crisis independentista y desde la entidad siempre la habían considerado como algo temporal, aunque descartaban volver a Barcelona a corto plazo. 

El futuro de la plantilla

Sobre el futuro de la plantilla de la nueva entidad bancaria, Illueca reconoce que habrá despidos, pero considera que el recorte de trabajadores se hubiera producido de la misma manera si no se llegan a fusionar, ya que la política de ambos bancos es reducir sus oficinas para que estas sean más grandes. Además, el director del IVF destaca que tener menos plantilla no necesariamente tiene que ser malo, ya que aumentaría la productividad y generaría más valor añadido al servicio.