La Ribera consigue recoger casi cincuenta millones de kilos de uva antes de que la lluvia paralice la vendimia

RIBERA DEL DUERO

La vendimia en la Ribera en esta temporada excepcional se desarrolla con rapidez en la viña para ganar tiempo a la lluvia y sin apenas sobresaltos en cuanto a lo sanitario, pese a la preocupación previa por la pandemia.

Hasta el comienzo de las precipitaciones este viernes se habían recogido en la Ribera casi 48 millones de kilos de uva. Aunque las primeras labores de recogida comenzaron entorno al 10 de septiembre el ritmo de la recolección se ha acelerado en la última semana para ganarle tiempo a la lluvia, que ha vuelto este viernes y según las previsiones será constante durante los próximos días.

La Ribera solventó hace unos días el primer episodio de precipitaciones. Según informa el Consejo Regulador fueron lluvias caudalosas, con una mediad de 50 litros por metro cuadrado. Y pese al tempor por las enfermedades en las que la humedad encuentra el caldo de cultivo, el viento que acompañó a las precipitaciones secó el fruto, evitando daños. Según los servicios técnicos del consejo regulador “todo parece indicar que la vendimia de 2020 ofrecerá una uva en buen estado sanitario y de calidad”

El mes de octubre ha comenzado con 231 bodegas abiertas a la recepción de uva, 77 aún pendientes de iniciar la vendimia y 16 con los trabajos acabados. Se han vendimiado prácticamente 39 millones de kilos de uva, cerca de 37 millones de tinta y casi millón y medio de kilos de variedades blancas, principalmente de Albillo Mayor.

Paralelamente siguen materializándose las iniciativas específicas de esta campaña para evitar en lo posible el impacto de la pandemia. En la tarde de este viernes está previsto tenerlo todo a punto para que pueda abrir sus puertas el recinto ferial de Aranda como espacio de aislamiento para vendimiadores temporales que hayan dado positivo en las pruebas de covid, no tengan síntomas o sean leves y tengan dificultades para aislarse en sus alojamientos temporales. Falta aún por concretar alguna cuestion relativa a la seguridad del recinto y finalizar su limpieza y puesta a punto.

Este jueves tenía lugar una última reunión de coordinación entre las instituciones que han puesto en marcha la iniciativa, Gerencia del Hospital Santos Reye, Ayuntamiento y Consejo Regulador, que ha dado un paso más en la implicación en este proyecto, puesto que además de la manutención de quienes se alojen en el recinto está dipuesto a hacerse cargo de otros gastos necesarios para el funcionamiento de este espacio solventando el principal escollo con el que se encontraba para su puesta en funcionamiento. Un iniciativa pionera en el desarrollo de una vendimia, según subraya el Consejo Regulador, y que surge de “la necesidad de dar respuesta a problemas excepcionales que nunca se habían presentado y que suceden en esta situación de pandemia sanitaria”.

El Consejo Regulador ya mostró su compromiso por garantizar una vendimia segura al llegar a un acuerdo con la Consejería de Agricultura para coordinar la realización de PCRs a los temporeros de fuera de la comarca, en virtud del cual se llevan realizadas más de 400 pruebas y siguen llegando las solicitudes de bodegas y empresas de servicios para que sus trabajadores se somentan a esta evaluación sanitaria.

A ello se añaden las pruebas que, de forma particular, han realizado numerosas bodegas (muchas de las cuales, según informa el Consejo Regulador, han establecido sus propios protocolos y estrategias de prevención y control de la pandemia) y algunas empresas intermediarias, así como las que han hecho los Centros de Salud (sobre todo a través de sus servicios de atención continuada) entre temporeros que han acudido presentando algún síntoma. Aún así se desconoce el número de trabajadores de la vendimia que se han contagiado, aunque se sabe del interés de al menos una empresa en poder derivar a alguno de ellos al recinto ferial cuando abra sus puertas. Otros dos trabajadores cuyo positivo fue detectado en el Centro de salud de Roa están temporalmente aislados en un domicilio particular, sin contacto con el resto de sus compañeros, que también están siendo sometidos a nuevas pruebas PCR.