Horacio Echevarrieta, el empresario bilbaíno que desafió crisis y pandemias

Los que saben quién fue Horacio Echevarrieta piensan inmediatamente en una imagen: las Galerías Punta Begoña de Getxo, que poseía él en su momento. Sin embargo, Gonzalo Arroita y María Peraita no han tenido suficiente con rehabilitar esas galerías y este viernes nos han descubierto en profundidad la historia de este empresario bilbaíno, al que han dedicado el libro «Las 150 vidas de Horacio Echevarrieta». Un hombre cuyo objetivo, según explicaba Arroita, «era crear un gran holding empresarial». Fundador de Unión Radio, Iberdrola, Iberia, negocios navieros, astilleros, minas... los autores del libro dedicado a su figura cuentan lo llamativo que es que, después de haber hablado con muchísimos familiares, descendientes de algunos de sus empleados y otras figuras, «nadie hablaba mal de él». Algo que los autores atribuyen a su carácter «independiente». Echevarrieta era una persona rica en matices. Hijo adoptivo de Cádiz, republicano, magnate empresarial, defensor de los derechos de sus empleados, hijo predilecto de los tres territorios por su defensa de los derechos forales... Durante varios lustros fue consideraba la «tercera persona más influyente de España». «Una especie de ciudadano Kane», resumen los autores de este libro sobre su vida que ahora ve la luz. Según los autores, «el negocio minero constituyó la base de la comunidad de bienes Echevarrieta y Larrínaga y el motor que impulsó su crecimiento durante los primeros años, pero la visión de Horacio Echevarrieta fue la que realmente la catapultó a niveles insospechados. Supo aprovechar el momento, generar vínculos, propiciar sinergias, y sobre todo diversificar. En poco más de una década se vio encabezando los negocios más innovadores de España en sectores tan dispares como el hidroeléctrico el urbanístico o el aéreo». En la entrevista en Hoy por Hoy Bilbao que aquí puedes recuperar, Gonzalo y María recuerdan cómo la experiencia de Echevarrieta en el mundo de las comunicaciones se extendió también a nuevos canales de difusión, «y fue así como en 1925 participó en lo que hay por aquel entonces se llamaba telefonía sin hilos, creando Unión Radio, la actual Cadena SER».