Caride: "Si se diera el caso, podríamos formar parte del gobierno"

Ourense

Miguel Caride y María Dibuja, dos de los ediles críticos con Jácome, se han mostrado muy satisfechos con la decisión judicial que anula su expulsión del grupo de Democracia Ourensana en el concello, no sólo por recuperar su "estatus", sino porque han "aguantado mucho". En los micrófonos de Hoy por Hoy Ourense han asegurado que no sólo el alcalde y "su séquito de seguidores frikis en redes sociales" han cargado contra ellos, sino también algún otro partido político.

Miguel Caride denuncia que los han llamado "apestados" o "zombis políticos" e incluso "se han metido con mi condición profesional". Dice que desde el punto de vista profesional hizo todo lo que pudo por el alcalde: "está mal que lo diga yo, pero creo que lo saqué de más de un problema". Caride dice que entendería que un "despechado" hiciese eso, pero en política "no puede utilizar ese lenguaje". También ha cargado contra PSOE y PP. Le molesta que hayan sido capaces de salvar sus diferencias para acordar sus sueldos pero no para sacar adelante una moción de censura contra Jácome.

María Dibuja ha tenido buenas palabras para Jácome. Ha alabado su gestión en la oposición, sin embargo, considera que "no cambió el chip" al entrar en el gobierno. Incluso lo culpa directamente del retraso en el encendido del alumbrado navideño: "no se equivocó ningún funcionario".

Ahora que se reincorporan al grupo municipal de Democracia Ourensana, tendrán portavoz, tiempos de intervención... Incluso podrían formar parte del gobierno, dice Caride que "no hay ningún límite legal que nos impida sumar competencias, cosa que sí está en el aire con el concejal no adscrito Telmo Ucha". Pone como ejemplo su cese en la Diputación de Ourense y asegura que la misma sentencia del Tribunal Supremo es aplicable en el concello.

En ese caso, dice Caride que, si sólo quedan dos miembros, entonces "no hay gobierno" y sólo ve tres salidas: la dimisión del alcalde, una moción de censura o, si el gobierno local queda paralizado, "que lo intervenga el Estado y se nombre a una gestora".

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Considera que la dimisión del alcalde es la opción más "lejana" e "improbable". Tampoco cree que se llegue a nombrar una gestora, eso tendría que ser un "estímulo" para que saliese adelante un pacto entre socialistas y populares. Insta a las dos formaciones a que dejen a un lado sus diferencias "personales". Caride no entiende qué diferencias ideológicas puede haber en política local, piensa que se trata de un problema sobre "quién ocupa la silla".